MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consumo de una dieta que contiene grasas insaturadas, como las que se encuentran en las nueces, tiene efectos en la pérdida de peso similares a los de una dieta baja grasas y alta en carbohidratos, según ha mostrado un estudio liderado por la Escuela de Medicina de San Diego de la Universidad de California (Estados Unidos), Cheryl Rock.
Asimismo, el trabajo, publicado en el 'Journal of the American Heart Association', ha demostrado que el consumo de una dieta rica en nueces, compuesta principalmente de grasas poliinsaturadas, tiene un impacto positivo en los factores de riesgo que afectan la salud del corazón, tales como el colesterol.
"Uno de los sorprendentes hallazgos de este estudio fue que, a pesar de que las nueces tienen un alto contenido en grasas y son calóricas, el consumo de la dieta rica en nueces se asoció con el mismo grado de pérdida de peso que el de una dieta baja en grasas. Teniendo en cuenta los resultados de este estudio, así como previas investigaciones sobre las nueces para la salud del corazón y el control de peso, se puede decir que hay buenas razones para comer un puñado de nueces al día", ha explicado la investigadora.
AUMENTA EL COLESTEROL BUENO
Para llegar a estas conclusiones el equipo de investigación estudió 245 mujeres con sobrepeso y obesidad (entre 22-72 años), que participaron en una intervención conductual de pérdida de peso durante un año. A las participantes se les asignaron tres dietas diferentes de forma aleatoria: una baja en grasas y alta en carbohidratos, una alta en grasas y baja en carbohidratos, o una rica en nueces, alta en grasas y baja en carbohidratos.
En este sentido, los resultados de los primeros seis meses de la intervención mostraron que la pérdida de peso promedio fue de casi el 8 por ciento del peso inicial para todos los grupos. Asimismo, aunque el grupo que siguió una dieta suplementada con nueces mostró resultados similares en la pérdida de peso con respecto a los demás grupos, este grupo sí presentó una mejora significativa de los niveles de lípidos, especialmente en las mujeres con resistencia a la insulina, así como un aumento del colesterol HDL, en comparación con los otros grupos.
Estos resultados se deben al aporte de grasas poliinsaturadas, presentes en las nueces. Y es que, las nueces son el único fruto seco en el que la grasa es principalmente grasa poliinsaturada (13 g/oz), incluyendo una cantidad significativa de ácido alfa-linolénico (AAL), los ácidos grasos de origen vegetal omega-3 (2,5 g/oz). Este aporte no los recibieron los otros grupos, dado que se les recomendó principalmente alimentos ricos en grasas monoinsaturadas.