MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consumo diario de lácteos puede ayudar a un envejecimiento saludable, gracias a que son una fuente importante de proteínas de alta calidad, vitaminas (A, D, B2 y B12) y minerales (calcio, magnesio, potasio), elementos clave para el mantenimiento de la salud de huesos y músculos.
Así lo ha comentado la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) y responsable de Inmunonutrición del CSIC, Ascensión Marcos, quien ha destacado la necesidad de respetar los gustos y preferencias por los lácteos de cada persona.
En este sentido, la experta ha subrayado la importancia de mantener la salud ósea para la prevención de enfermedades como la osteoporosis, aludiendo a resultados de diversas revisiones sistemáticas y metaanálisis recientes que demuestran que el consumo de leche, yogur y queso se puede asociar con un menor riesgo de fractura de cadera.
Además, prosigue, diversos estudios han evidenciado que la población mayor se encuentra frecuentemente malnutrida, lo que puede ocasionar una mala salud ósea, siendo algunas causas de esta malnutrición la síntesis insuficiente de vitamina D a través de la piel o de nutrientes como el calcio.
"Además de la salud ósea, es importante tener en cuenta la salud muscular. A medida que las personas se hacen mayores se produce una mayor pérdida de masa muscular, lo que podría aumentar el riesgo de fractura y caídas. Esta pérdida de masa muscular afecta aproximadamente al 30 por ciento de personas mayores de 60 años y a más del 50 por ciento de los mayores de 80 años", ha dicho la experta.
Para mejorar esta situación se recomienda una alimentación equilibrada, que incluya un consumo habitual de lácteos acompañado de actividad física regular. De hecho, el consumo de más de seis raciones de lácteos a la semana se asocia con un menor riesgo de rotura por fragilidad, lo que convierte a los lácteos en una herramienta clave para la prevención de la osteoporosis.