MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una revisión de estudios elaborado por las universidades de Southampton y Edimburgo, en Reino Unido, concluye que el consumo moderado de café tiene más probabilidades de resultar beneficioso que perjudicial para la salud, salvo para mujeres embarazadas o con riesgo de fractura.
El trabajo, que recopila datos de 201 estudios y cuyas conclusiones publica la revista 'British Medical Journal' (BMJ), ha revelado que el consumo de entre 3 y 4 tazas de café al día se asocia a un menor riesgo de mortalidad general y por enfermedad cardiaca, en comparación con quienes no toman nada, al tiempo que también se asocia a una menor incidencia de algunos tipos de cáncer, diabetes, enfermedad hepática y demencia.
Las investigaciones incluidas utilizaron principalmente datos observacionales, por lo que no se pueden sacar conclusiones claras sobre una relación causa y efecto aunque están respaldados por otras revisiones recientes y estudios sobre la ingesta de café.
En concreto, observaron que beber café se asocia constantemente con un menor riesgo de muerte por todas las causas y por enfermedades del corazón, con la mayor reducción de riesgo relativo de muerte con el consumo de tres tazas al día, en comparación con los que no beben nada. De hecho, a partir de esa cantidad no se produce ningún daño pero el efecto beneficioso es menos pronunciado.
El café también se asoció con un menor riesgo de varios tumores, incluidos cáncer de próstata, endometrio, piel y hígado, así como diabetes tipo 2, cálculos biliares y gota. En ese sentido, el mayor beneficio se observó en las afecciones hepáticas, como la cirrosis.
EN ALGUNOS CASOS, TAMBIÉN HAY BENEFICIO CON EL DESCAFEINADO
Asimismo, se observaron asociaciones beneficiosas entre el consumo de café y la enfermedad de Parkinson, la depresión y el Alzheimer. Y en algunos estudios, se observaron beneficios similares con el consumo de café descafeinado.
Muchos de los estudios incluidos pueden haberse ajustado por factores que pueden estar asociados con los resultados en salud y con el consumo de café, como el tabaquismo. Por lo tanto, los autores no pueden descartar el efecto de dichos factores en las aparentes asociaciones perjudiciales o beneficiosas.
Los autores concluyen que el consumo de café "parece seguro dentro de los patrones habituales de consumo, excepto durante el embarazo y en mujeres con mayor riesgo de fractura", y piden robustos ensayos controlados aleatorios "para comprender si las asociaciones clave observadas son causales".
En un editorial vinculado, el profesor Eliseo Guallar, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins (Estados Unidos), admite que pese a este hallazgo los médicos no deberían recomendar tomar café para prevenir enfermedades, así como tampoco debería tomarse por motivos de salud.
No obstante, según añade, se ha visto que el consumo moderado de café parece "notablemente seguro", por lo que "la mayoría de la población adulta puede incorporarlo como parte de una dieta saludable".