GRANADA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores, entre los que se encuentran científicos de la Universidad de Granada (UGR), ha descubierto un nuevo mecanismo molecular de los efectos antiobesidad que tiene la administración crónica de melatonina, una hormona natural que el propio organismo segrega durante la oscuridad de la noche, principalmente por una glándula llamada glándula pineal.
Para realizar esta investigación, los científicos administraron de forma recurrente-crónica melatonina a un grupo de ratas obesas diabéticas. En los animales que fueron tratados con esta sustancia no sólo no aumentaba la masa tejido adiposo marrón, sino que también mejoraba la actividad termogénica de su cuerpo.
De forma paralela, disminuyó la masa del tejido adiposo blanco peligrosa, la central o la visceral, según explica el autor principal del trabajo, el catedrático de Farmacología Ahmad Agil Abdalla, miembro del Centro de Investigación Biomédica de la UGR.
La obesidad tiene un tremendo impacto en la salud de la población y se calcula que en la actualidad es responsable de hasta tres millones de muertes al año. Entre los países con tasas más altas de obesidad --superiores al 30 por ciento-- se encuentra Estados Unidos y en España se observa un aumento gradual y constante que llega ya al 27 por ciento.
Los investigadores han demostrado que la melatonina está estrechamente ligada con la pérdida de ganancia de peso corporal, ya que, a nivel del tejido, aumenta la cantidad de la grasa marrón y, a nivel de los órganos, aumenta la masa y funcionalidad mitocondrial entre otros.
Los científicos han demostrado así que la melatonina tiene la función de regular la obesidad en animales, pero "sin afectar la ingesta de alimentos y tampoco afecta la actividad física".
De ahí que consideren que podría ser una herramienta más para luchar contra la obesidad, además de reducir el consumo de energía a través de la dieta y forzar el gasto de energía, principalmente realizando más actividad física, especialmente en temperatura ambiente fría para aumentar el gasto calórico.
La investigación ha sido desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR), el Hospital La Paz-Carlos III de Madrid y el Centro Científico de Salud de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
En la actualidad, el grupo de la UGR está interesado en colaborar con empresas que deseen ayudar a la comercialización de una patente y está llevando a cabo más ensayos con otra molécula, agonista de la melatonina.