MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los consumidores celiacos pagan 910 euros más por su cesta de la compra, según el 'Informe de Precios sobre productos sin gluten', realizado por la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) con el objetivo de determinar el coste adicional aproximado que implica para una persona celiaca llevar una dieta basada en productos etiquetados como sin gluten ajustado al gasto semanal, mensual y anual.
Los datos recogidos en el trabajo se han calculado teniendo como
base una dieta con un aporte calórico total de 2000 a 2.200 calorías por
día, que es el valor recomendado por nutricionistas para población
adulta sana, los cuales podrán ser diferentes en niños, adolescentes,
deportistas, ancianos o personas con diferentes patologías. Se han analizado sólo los productos específicos sin gluten, sin compararlos con los productos genéricos como, por ejemplo, frutas, verduras, legumbres, carnes o lácteos.
Así, de acuerdo con la revisión realizada, el coste de los productos sin gluten es superior al coste de productos convencionales encontrándose
una mayor diferencia en las magdalenas, harinas de panificación y
el pan de molde. "Las diferencias encontradas implican un aumento
significativo del gasto destinado a la alimentación en una familia
de clase media donde exista al menos un integrante que deba seguir
una dieta sin gluten y además base su hábito de compra en productos
específicos", han dicho los responsables del informe.
Por tanto, teniendo como base los resultados obtenidos se puede concluir que una familia con una persona celiaca entre sus miembros, que
tenga un patrón alimentario con aporte calórico de 2.000 a 2.200
kilocalorías, tendrá un incremento estimado en la adquisición de la cesta
de la compra de 18,97 euros a la semana, 75,89 euros al mes, y de 910,73
euros al año, en relación con otra familia que adquiera productos con
gluten.
"La discrepancia de precios existente entre productos con y sin gluten
se debe principalmente al mayor coste de las materias primas
utilizadas en la producción sin gluten, necesidad de controles de
calidad que garanticen la seguridad alimentaria del producto final,
cambios en las instalaciones y equipos usados en la línea productiva,
I + D, entre otros gastos extra que no se pueden obviar", han zanjado los investigadores.