MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada del verano es frecuente abandonar hábitos de vida saludables como una dieta sana y equilibrada o la práctica de ejercicio físico. Se consume más alcohol y se incrementa el número de comidas realizadas fuera de casa, lo que está asociado a un incremento de peso durante esta época del año.
En este sentido, las personas obesas tienen mayor riesgo de padecer patologías asociadas a esta enfermedad y, por esta razón, desde la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Hospital Universitario HM Sanchinarro de Madrid han destacado los principales riesgos de la obesidad en verano:
1.- Es habitual que aparezcan edemas en los miembros inferiores como consecuencia del calor, el sudor y los viajes largos durante las vacaciones. Por otra parte, los sobreesfuerzos agudizan los problemas cardiacos.
2.- Respecto a la alimentación, el consumo de comidas ricas en sal favorece la aparición de hipertensión.
3.- La ingesta de alimentos azucarados como los helados y los postres puede provocar diabetes en personas obesas.
4.- Las comidas ricas en grasas saturadas como embutidos, quesos curados o frituras, incrementan el riesgo de sufrir colesterol y triglicéridos.
5.- Pueden padecer deshidratación por las mayores pérdidas de líquido a través de la sudoración, especialmente si se pasa mucho tiempo tomando el sol o a temperaturas elevadas en la calle.
"La obesidad se ha convertido en una de las grandes pandemias del siglo XXI y es necesario combatirla para que las personas que la padecen puedan recuperar una vida normal y saludable. A través de estudios internacionales, las técnicas de endoscopia bariátrica como el Método Apollo se han convertido en la herramienta más segura y eficaz para combatir esta enfermedad", ha comentado el director de la unidad, el doctor Gontrand López-Nava.
MÉTODO APOLLO PARA REDUCIR ESTÓMAGO
El método Apollo es una técnica mínimamente invasiva que consiste en la reducción del estómago sin cirugía y que se realiza vía oral, sin cicatrices, por intervención endoscópica, practicando suturas en la cavidad interna del estómago para limitar su capacidad y evitando así la cirugía abierta.
Al reducirse su capacidad, permite a la persona tener menos hambre y sentirse saciada antes, provocando todo ello una menor ingesta de alimentos. Según un estudio presentado en la 'Digestive Disease Week' de San Diego, el 70 por ciento de las personas que se sometieron a este tratamiento consiguieron perder peso de forma continuada durante los 18 meses posteriores a la intervención.
