MADRID 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las comidas fuera de casa, frecuentes durante las Navidades, aumentan el riesgo de reacciones alérgicas en los niños como consecuencia de los descuidos, según ha advertido la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP).
Por este motivo, los pediatras alergólogos han recomendado a los padres extremar las precauciones en estas fiestas, informar a la persona encargada de preparar la comida sobre estas alergias y llevar siempre encima la medicación de rescate para aplicar en caso de empezar a desarrollar los síntomas.
La alergia alimentaria afecta a entre el 4 por ciento y el 8 por ciento de la población infantil, siendo el pescado, el marisco y los frutos secos los alimentos que más los desencadenas y que, tal y como ha explicado el coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria de la SEICAP, Luis Echeverría, están "muy presentes" en las comidas y cenas de Navidad.
Asimismo, el experto ha destacado la importancia de tener cuidado con el 'anisakis', un parásito presente en los peces que puede ocasionar alergias como angioedemas, urticarias o anafilaxias.
"Las reacciones que pueden sufrir los niños con alergias alimentarias pueden deberse, no sólo a la ingesta o el contacto directo con el producto, sino también a la inhalación. El hecho de que el pequeño con alergia a pescado o marisco esté presente en la cocina donde están siendo preparados estos alimentos y esté respirando los humos que desprenden puede causarle síntomas importantes de alergia", ha advertido Echeverría.
Por todo ello, ha aconsejado a los padres saber de antemano los ingredientes que van a componer las recetas que están preparando, leer con "detenimiento" los etiquetados de los productos, vigilar que nadie ofrezca alimentos al niño, controlar los procesos de elaboración de los platos, preparar primero su comida y después la del resto, cocinar y servir con utensilios diferentes y no compartir servilletas ni la fuente para el pan o la ensalada.
"El hecho de que tenga alergia a un fruto seco, un pescado o un tipo de marisco, no significa que la vaya a tener a la totalidad. Los padres tienen que tener cuidado con este tipo de medidas que pueden influir en la calidad de vida de sus hijos y, sobre todo, no aislarlos y no hacer que se sientan diferentes al resto. De hecho, pueden adaptarse las comidas para que todos los presentes en la mesa coman lo mismo", ha zanjado Echeverría.