Lo que comes depende de tu edad y sexo (y no tienes ni idea de cuánto te afecta)

Archivo - Imagen de recurso alimentos.
Archivo - Imagen de recurso alimentos. - PIOTR_MALCZYK/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 6 agosto 2025 8:18

   MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Universidad de Salud de Fujita (Japón) han revelado cómo varían los patrones alimentarios en función de la edad y el sexo, señalando que las mujeres tienen patrones dietéticos más diversos que los hombres, aunque las diferencias disminuyen a medida que las personas son más mayores.

   "Ser consciente de las diferencias y la diversidad en los patrones alimentarios según el género y la edad puede conducir a una mejora nutricional individualizada para cada grupo de edad y género", ha destacado el profesor Katsumi Iizuka, del Departamento de Nutrición Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salud de Fujita.

   Con este objetivo, Iizuka y su equipo analizaron las respuestas anónimas de una encuesta dietética obtenidas durante los chequeos médicos de 2.743 empleados de la Universidad de Salud Fujita, a quienes se clasificó en cuatro grupos dependiendo de su edad, de 20 a 29 años, de 30 a 39, de 40 a 49 y de 50 a 59. Los resultados se han publicado en la revista 'Nutrients'.

   El cuestionario de frecuencia de ingesta de alimentos se empleó para evaluar la frecuencia de consumo semanal de 10 alimentos diferentes, entre ellos carne, pescado, huevos, productos lácteos, soja, verduras, algas, frutas, patatas y aceite; la frecuencia de consumo de café y té azucarados; y la frecuencia de consumo de dulces blandos, colas, otros refrescos y alcohol.

   Para mejorar la precisión de los resultados de estudios previos, los investigadores aplicaron técnicas estadísticas inexploradas, comúnmente utilizadas en ecología, para examinar la diversidad microbiana. Así, evaluaron la 'diversidad alfa', o la diversidad en un solo grupo, y la 'diversidad beta', o la diversidad entre diferentes grupos. Además, realizaron un análisis multivariado para incorporar las variaciones de edad y género.

   A partir de estos métodos, revelaron que la frecuencia de ingesta de los alimentos individuales no varió mucho entre los encuestados hombres y mujeres, a excepción de que ellas consumían frutas con mayor frecuencia que ellos.

Al agrupar a los participantes por edad y sexo, detectaron patrones dietéticos significativamente diferentes influenciados por la ingesta de carne, pescado, huevos, frutas, algas, productos lácteos, verduras y patatas. Además, las mujeres tenían patrones dietéticos más diversos en comparación con los hombres.

   Los hombres más jóvenes eran menos propensos y las mujeres mayores más propensas a seguir un patrón dietético centrado en la carne o el huevo con frutas y productos lácteos. Por su parte, los hombres mayores preferían una dieta japonesa tradicional centrada en el pescado y las grasas, mientras que las mujeres más jóvenes se inclinaban por los alimentos de origen vegetal, incluidas las frutas, las verduras y las patatas.

MAYOR DIVERSIDAD DIETÉTICA Y MÁS SALUDABLE CON LA EDAD

   Cabe destacar que estas diferencias en los patrones alimentarios entre hombres y mujeres disminuían con la edad, dando paso a una mayor diversidad dietética e ingesta de alimentos beneficios, tanto en hombres como en mujeres.

   Como explicación, los autores del estudio sugieren que este cambio hacia una dieta más saludable podría deberse a la brecha generacional entre los adultos de 20 a 40 años. Según han detallado, el hecho de que los adultos japoneses más jóvenes tiendan a vivir solos, mientras que los de mediana edad suelan vivir en familia, puede afectar a sus hábitos de consumo.

   En este punto, han hecho hincapié en los beneficios que puede tener para la salud futura seguir una alimentación saludable desde una edad temprana. Por ello, han recomendado que las cafeterías y lugares de trabajo incluyan alimentos ricos en micronutrientes, como frutas, algas y productos lácteos.

   Con todo, estos hallazgos aportan nuevas perspectivas sobre cómo difieren los patrones alimentarios según la edad y el género. Para los autores, pueden resultar útiles para comprender la influencia de las variaciones dietéticas en la salud intestinal y la microbiota, así como en la aparición de enfermedades como la obesidad, la diabetes, las cardiopatías y el cáncer. Asimismo, esto puede ayudar a los nutricionistas a ofrecer orientación personalizada para abordar las deficiencias individuales.

   "Al consumir alimentos ricos en fibra y productos fermentados desde una edad temprana, es posible reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y cáncer. Visualizar las diferencias en los patrones alimentarios entre generaciones puede mejorar la comprensión del público general sobre el equilibrio y la diversidad alimentaria", ha concluido el profesor Iizuka.

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