Por qué comer mal, aunque no se engorde, también pasa factura: 3 pasos para recuperar buenas rutinas

Archivo - Mujer comiendo.
Archivo - Mujer comiendo. - DRAZEN ZIGIC/ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 17 junio 2021 8:36

   MADRID, 17 Jun. (EDIZIONES) -

   Comer bien es primordial para gozar de una buena salud. Es uno de los pilares básicos fundamentales de un estilo de vida saludable y que nos permitirá vivir no sólo más años, sino también con la mejor calidad.

   En una entrevista con Infosalus, la dietista-nutricionista María Merino llama la atención sobre el hecho de que la pandemia está muy ligada a un empeoramiento en los hábitos nutricionales de los españoles, a pesar de que comer mal provoca un "empeoramiento general de nuestra salud".

   Aparte de un empeoramiento general de la salud de la persona, Merino subraya que el principal problema de una mala alimentación, junto al sedentarismo, son el sobrepeso y la obesidad: "Tendrás más riesgo de padecer diabetes, hipertensión, infarto de miocardio, así como ciertos canceres. Comer mal, aunque no se engorde, puede pasar también factura y provocar problemas aunque no lo refleje el peso".

   Así afirma que habrá un mayor riesgo de hipertensión o de padecer resistencia a la insulina al consumir, por ejemplo, demasiada sal o azúcar, aparte de menos resistencia a la hora de practicar ejercicio, una dependencia o adicción a esos productos no saludables.

   En el largo plazo esto condicionará una mala relación con la comida, considera la también autora de 'Desayuno con garbanzos' (Esfera): "Cuando tengo un problema emocional me refugio en la comida, cuando estoy triste busco el placer y la satisfacción con estos productos dado su consumo habitual".

   Así, pone el ejemplo de las semanas que durante 2020 permanecimos en casa confinados y alerta de que en muchas personas que comieron mal en esas semanas lo siguen manteniendo, convirtiéndolo en un hábito. Anima en estos casos a intentar regresar a las rutinas, a comer bien, a hacer deporte, algo que también a su juicio nos ayudará a la hora de reducir los niveles de estrés o de ansiedad que nos está generando esta pandemia y nos llevan a comer de forma emocional, un concepto que más adelante clarificaremos.

   "Si a la larga mantenemos los malos hábitos alimenticios esto desembocará en un sobrepeso y en una obesidad de los que será difícil salir. Es fácil caer en estos malos hábitos y en cambio es difícil salir de ellos. Si antes del confinamiento tenías buenos hábitos será más fácil, eso sí", mantiene Merino.

   Por eso, esta dietista-nutricionista destaca que todo depende un poco de la actitud de la persona porque muchos han recuperado la rutina que tenían en este sentido: "Lo sano llama a lo sano y lo insano llama a lo insano. Si te pides ensalada quieres agua, si quieres patatas bravas querrás una cerveza. Si comes ensalada quieres correr, en cambio lo otro te lleva al sedentarismo".

¿CÓMO RECUPERAR LOS HÁBITOS SALUDABLES EN ALIMENTACIÓN?

   Con todo ello, María Merino desvela en los siguientes puntos cómo recuperar la vida saludable que teníamos antes de la pandemia:

   1. Limpiar la despensa. Abre tus armarios y tira todo aquello que no sea sano (embutidos, cremas de cacao, bollería*) "Así tiras todo lo malo que has comprado. Compra saludable, planifica menús. Recupera una alimentación saludable y no olvides hacer deporte", detalla.

2. Planifica tu menú y en base a ello, organizas la cocina, hay que tenerlo todo mínimamente preparado.

3.Comprar de forma saludable, yendo al mercado, comprando sin hambre, y sin pasar por ciertos pasillos innecesarios.

   Ahora bien, María Merino no se muestra partidaria de cambios bruscos, más que nada porque según avisa estos no suelen ser posibles, al tiempo que opta por hacerlos de forma gradual. "Si te has dejado llevar y has comido insano últimamente consiste en un trabajo de progresión, que empieza por vaciar la nevera, el congelador y los armarios de productos malsanos", asegura la dietista-nutricionista.

COMER DE FORMA EMOCIONAL

   Y es que, según lamenta, en estos meses comemos peor por una cuestión emocional en gran parte de los casos, ante la ansiedad, el estrés y la incertidumbre que nos está generando la pandemia. "Una forma de cambiar esos sentimientos negativos es a través de la comida porque es placentera, produce endorfinas que a su vez generan placer, entonces me siento mal y no puedo hacer nada porque estoy confinado, por ejemplo, y como para aliviarlo, aunque ésta no es la solución", aclara.

   De esta forma, María Merino nos revela cuál es la fórmula de una alimentación saludable que, según asegura, "no tiene misterio, ni secreto pese a lo que muchos crean": "Basar tu alimentación en comida real sin llevarlo al extremo, pero en materias primas por ejemplo, con pocos procesados o mínimamente procesados. Siempre priorizar la parte vegetal (presencia de vegetales en comida y cena, 3 frutas al día como mínimo), los frutos secos (un puñado al día), las semillas, los cereales integrales, las legumbres, la verdura y la fruta, haciendo un aporte correcto de proteína (carne, pescado, huevo y legumbre); evitando comer en exceso carne roja y priorizando las blancas".