MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Tomografía por Emisión de Protones (PET) Turku, en Finlandia, han demostrado que comer activa el consumo de oxígeno del tejido adiposo marrón humano (BAT, por sus siglas en inglés), también conocido como grasa parda, tanto como el frío, lo que podría ser útil para regular y acelerar el metabolismo y, así, controlar el peso.
Las personas cuyo BAT está funcionalmente activo presentan una salud metabólica más favorable, y sus niveles de glucosa en sangre y lípidos son más bajos en comparación con las personas que no la tienen activa. Una de las principales funciones de BAT es la producción de calor, principalmente en ambientes fríos. En animales, ya se ha demostrado que comer estimula la producción de calor. A pesar de que hay pocas herramientas directas para medir esto en humanos, los investigadores han utilizado imágenes no invasivas para medir el consumo de oxígeno en BAT.
Los voluntarios sanos que participaron en el estudio recibieron una comida estándar y equilibrada que incluía lasaña de verduras, ensalada, pan y margarina, y un vaso de leche. Después de la comida, se realizó una exploración PET en la región torácica superior que contenía BAT para medir la captación de oxígeno y la perfusión tisular. Después, la exploración PET se repitió otro día en exposición al frío.
"Encontramos que el consumo de oxígeno en BAT aumentó tan significativamente después de una comida como lo hizo durante la exposición al frío. Esto indica que comer rápido acelera los mecanismos relacionados con la producción de calor", ha explicado Docent Kirsi Virtanen, del Centro PET en Turku.
Después de comer, tal y como señala el investigador, se produce una "gran tormenta hormonal" en el cuerpo humano. La insulina es una de las señales hormonales más importantes, que promueve la transferencia de nutrientes, glucosa (azúcar) y ácidos grasos para ser oxidados en los tejidos. Además, varios genes que regulan el metabolismo de los ácidos grasos en BAT se manifiestan después de comer.
"Hemos demostrado que comer activa el funcionamiento de BAT. Así, comer regularmente puede tener un impacto esencial en el mantenimiento del peso, ya que la BAT permanece activa y funcional y puede participar en la regulación del metabolismo", ha concluido Virtanen.