Claves para el cuidado de los niños en verano

Niños comiendo frutas y verduras
Foto: 5ALDIA
Actualizado: jueves, 18 junio 2015 17:03

MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El verano puede ser el mejor momento para reconducir los hábitos alimentarios en los niños, sobre todo los de aquellos que son mal comedores, según ha explicado la pediatra del Hospital Nisa Pardo de Aravaca en Madrid, la doctora Chus Pascual, quien recuerda que es importante mantener una alimentación "variada y equilibrada también en la época estival".

   HÁBITOS ALIMENTICIOS

   Consciente de que el verano para los niños significa un cambio de hábitos, llegando a producirse en ocasiones situaciones que pueden ser "caóticas", la experta ha realizado este jueves un encuentro, con la colaboración de Avène y el Hospital Nisa Pardo de Aravaca, donde ha tratado de dar las claves para disfrutar sin riesgos las vacaciones con los niños.

   En esta época, recuerda, se tiende a "desorganizar la alimentación", además no siempre se conocen los cuidados que hay que seguir para evitar sol y quemarse, además en ésta los accidentes tienden a multiplicarse, siendo los ahogamientos lo que más siguen ocurriendo.

   En general, señala, "si se actúa con prudencia y precaución hay cosas que, aunque pueden seguir ocurriendo, se pueden minimizar y, así, evitar un problema mayor".

   En verano la alimentación debe ser "equilibrada y variada", y, "por tanto hay que huir de los picoteos", muchas veces inevitables entre los niños. Lo mejor en estos casos es cambiar las chocolatinas, chucherías y patatas por zumos y frutas; además recomienda "hacer comidas menos copiosas y más ligeras" donde se pueden incorporar verduras y frutas ricas en antixidantes, que ayudan proteger a los niños del envejecimiento celular provocado por el sol.

   Además, observa que en niños mal comedores se puede aprovechar la época del verano para cambiar su alimentación. "En esta época en los niños que rechazan las frutas y las verduras se pueden sustituir por cremas, batidos y zumos que son más apetecibles", sobre todo si se hacen en casa y con la familia. "Hay más tiempo para estar con el niño y que se sienta implicado, tanto a la hora de hacer la compra, haciendo la comida, etc. Cuando un niño se siente participe creo que mejora la aceptación de muchos alimentos", advierte.

PRECAUCIÓN CON EL SOL Y EL AGUA

   En los niños hay que estar más pendiente de los golpes de calor y la deshidratación, por eso los padres o tutores deben acordarse de que el niño debe beber líquidos a menudo, teniendo especial cuidado con los más pequeños a los que hay que ofrecer agua durante todo el día.

   El cuidado del sol ha sido otro de los temas tratados. Partiendo de la base de que el sol es muy agradable hay que conocer los peligros para el niño de su exposición. "Se puede tomar el sol pero hay que hacerlo con cuidado", por tanto recuerda que siempre hay que usar crema con protección solar, excepto en el caso de los bebés menores de seis meses donde las medidas de protección deben ser físicas (sombrillas, camisetas, gorras, etc).

   En el resto, la recomendación es usar crema con un factor de protección solar de, al menos, 30 FPS; a no ser que el niño sea muy blanco de piel, tenga muchas pecas o antecedentes familiares con cáncer de piel, en estos casos la protección debe ser mayor.

   Además, hay que evitar las horas de mayor exposición solar (entre las 12 y las 16 horas), y aplicarse la crema varias veces al día, siendo más constantes si el niño se baña en la piscina, mar o río.

    Aunque, lo deseable sería aplicarse la crema siempre que se sale a la calle, independientemente de que uno se encuentre de vacaciones, porque "salir a la calle ya es tomar el sol, ya que se toma el sol desde el momento en el que sales a la calle".

   Otro punto que tratado durante la jornada de este jueves han sido los accidente que "son la mayor causa de mortalidad en la infancia y, por desgracia, en verano los ahogamientos siguen estando ahí". Con el verano llega muchas veces la relajación y despreocupación, por eso es una época donde aumenta su frecuencia.

   "Ahora tenemos casas a modo de 'bunker' y sales a entornos que no están tan protegidos. La diferencia es que antes nos enseñaban el peligro y ahora les protegemos pero no les enseñamos el peligro", advierte.

   En cuanto a los ahogamientos hay que tener mucho cuidado sobre todo entre los 6 primeros meses y el año de haber aprendido a nadar; "es el periodo más peligroso precisamente por esa despreocupación que existe entre los padres porque se cree que el niño sabe nadar", afirma.

  "Todas las medidas de precaución son pocas, el agua es un peligro muy importante", ha advertido recordando que es importante extremar las medidas de precaución sobre todo en sitios como ríos y playas donde puede no hay medidos humanos y técnicos ante una urgencia de socorro en el agua. Asimismo, ha advertido del peligro de lesión medular, que puede producir paraplejia por zambullidas inadecuadas.