MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los cereales integrales tienden a ser más ricos en fibra dietética, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales que los cereales refinados. Estudios anteriores han demostrado que una mayor ingesta de cereales integrales se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte, pero no se encontraron asociaciones claras para los cereales refinados.
Para abordar esta brecha de evidencia, los investigadores se propusieron evaluar la asociación entre la ingesta de granos refinados, granos integrales y arroz blanco con la enfermedad cardiovascular (ECV) y la mortalidad.
Los cereales en grano, como la avena, el arroz, la cebada y el trigo representan alrededor del 50% de la ingesta calórica diaria en todo el mundo y hasta el 70% en los países de ingresos bajos y medianos, especialmente en África y Asia meridional.
La alta ingesta de granos altamente procesados (refinados) se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y muerte que los granos enteros sin refinar, encuentra un estudio publicado por 'The BMJ'. Sus hallazgos se basan en datos de 137.130 personas de 35 a 70 años en 21 países de ingresos bajos, medianos y altos que no tenían antecedentes de enfermedad cardíaca y que participaban en el estudio prospectivo epidemiológico urbano y rural (PURE).
Examinaron el arroz blanco por separado de todos los demás granos refinados porque más del 60% de la población PURE vive en Asia, donde el arroz es un alimento básico.
Se recopiló información detallada sobre la educación, la riqueza, el estilo de vida y el historial médico de los participantes al comienzo del estudio y se utilizaron cuestionarios alimentarios validados para evaluar la ingesta de granos refinados, granos integrales y arroz blanco.
Las muertes por causas cardiovasculares o eventos cardiovasculares graves, incluidos ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca, se registraron durante un promedio de 9,4 años.
Después de tener en cuenta otros factores potencialmente influyentes, los investigadores encontraron que la categoría más alta de ingesta de granos refinados (al menos 350 gramos aproximadamente 7 porciones por día) se asoció con un 27% más de riesgo de muerte y un 33% más de riesgo de eventos cardiovasculares graves en comparación con la categoría más baja de ingesta (menos de 50 gramos por día).
Las ingestas más altas de granos refinados también se asociaron con una presión arterial más alta, pero no se encontraron asociaciones significativas entre la ingesta de granos enteros o arroz blanco y los resultados de salud.
Este es un estudio observacional, por lo que no se puede establecer la causa, pero consideran que con datos de 21 países en los cinco continentes, los investigadores pudieron analizar patrones generales de dieta, lo que significa que es probable que los resultados sean sólidos y ampliamente aplicables a poblaciones de todo el mundo.
Como tal, sugieren que, a nivel mundial, debería fomentarse una menor ingesta de productos refinados al mismo tiempo que se promueve una mayor ingesta de cereales integrales. "La reducción en la cantidad y la mejora de la calidad de los carbohidratos es esencial para obtener mejores resultados de salud", concluyen.