MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
En torno al 25 por ciento de la población tiene alguna intolerancia alimentaria, y las intolerancias a la fructosa, al gluten y a la lactosa son las más frecuentes, según ha subrayado el miembro de la unidad de Enfermedades Digestivas de Policlínica Guipúzcoa, el doctor Juan Arenas.
"La intolerancia ocurre cuando la digestión de un alimento no se realiza de forma adecuada y produce síntomas como dolor abdominal, hinchazón, aires o diarrea. Son bastante frecuentes", ha indicado el doctor Arenas.
No obstante, también puede ocurrir cuando hay un mecanismo inmunológico que reacciona ante la ingesta de un alimento. "Ocurre de forma mucho menos frecuente que las intolerancias, ya que tan sólo el 3 por ciento de la población tiene algún tipo de alergia alimentaria. Por ejemplo, el anisakis en ocasiones produce reacciones alérgicas cuando lo ingerimos por segunda vez", ha manifestado el experto.
Normalmente, las personas que padecen algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria, desconocen el alimento que les ha causado la dolencia y, en ocasiones, acuden a la consulta del especialista con síntomas muy vagos.
Según Arenas, "lo difícil en este tipo de pacientes es conseguir diagnosticarlos. Generalmente, el arma más importante que tenemos para el diagnóstico digestivo es la endoscopia, que permite hacer una gastroscopia y, así, ver si hay algún tipo de inflamación en el esófago o en el estómago". "También tenemos otro tipo de test que diagnostica intolerancias a la lactosa o a la fructosa. Son test de aliento y son menos agresivos que la gastroscopia", ha revelado.
Una de las alergias alimentarias que más se ven en las consultas, ha especificado el experto, es la esofagitis eosinofílica que, debido a la ingesta de alimentos, como el pollo, el huevo o la leche, produce una inflamación en el esófago. "Solemos tratar mucho este tipo de casos en consulta y aparecen cada vez en edades más tempranas", ha explicado el experto.
ENFERMEDADES COMUNES DEL APARATO DIGESTIVO
El doctor Arenas también ha afirmado que, durante los últimos años, una de las enfermedades más comunes relacionadas con el aparato digestivo es el flujo gastroesofágico, que comporta que el "contenido del estómago sube hacia arriba porque la válvula que separa el esófago del estómago no cierra bien, y produce síntomas muy molestos como ardores y acidez".
Otra de las enfermedades que afectan al estómago es la infección por 'heliobacter pylori'. Se trata de una bacteria que produce una inflamación del estómago y es responsable de la mayoría de las úlceras gástricas y estomacales. Incluso sin tener afectación del estómago, pueden tenerse síntomas debido a la infección de esta bacteria.
Arenas ha subrayado que, "a pesar de que las personas estamos más concienciadas con la higiene y, por lo tanto, la transmisión de esta enfermedad está disminuyendo, más del 50 por ciento de la población puede estar infectada por esta bacteria".