MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La calidad de vida cambia después de la pérdida de peso, según un estudio de la Universidad de Pennsylvania que buscaba examinar los cambios generales, además de la transformación en el peso, en la calidad de vida en pacientes con obesidad a través de la terapia de intervención intensiva en combinación con los efectos del fármaco liraglutida.
Los pacientes participaron en el estudio durante 52 semanas. Se les asignó, por un lado, una terapia intensiva del comportamiento y, por el otro, la liraglutida, un fármaco aprobado por la Administración de la Comida y el Medicamento para el control crónico del peso. Otro grupo se sometió a una terapia multidisciplinar que combinaba la terapia intensiva del comportamiento y la ingesta de liraglutida, además del control de una dieta.
Los resultados mostraron que una intervención intensiva en el estilo de vida, alcanzados con el fármaco o no, producían mejoras clínicas significativas en aspectos generales y en la calidad de vida derivada del cambio de peso. Asimismo, los participantes que recibieron al mismo tiempo la terapia y el fármaco eran más proclives a alcanzar clínicamente mejoras significativas relacionadas con el peso y la calidad de vida en comparación con aquellos que solo recibieron la terapia de comportamiento.
"Muchos de los cambios en los participantes del estudio son significativos clínicamente y sugieren beneficios potenciales para la pérdida de peso y la calidad de vida cuando se combina con la terapia de comportamiento y la liraglutida", declara la líder de la investigación, Ariana Chao.