MADRID, 21 Dic. (EDIZIONES) -
Durante las fechas navideñas se dispara el consumo de marisco y ese hábito no es recomendable. Sería mejor disfrutar del marisco con moderación durante todo el año para no darnos un atracón durante una quincena.
"Si uno ha tomado unas almejas al vapor o unos langostinos a la plancha hace unas semanas, durante la Navidad cuando le pongan sobre la mesa esos alimentos, los cogerá con menos ganas y no se pasará de la ración recomendada. Una ración de marisco a la semana (o a la quincena) sería correcta desde el punto de vista nutricional", subrayan desde ALEA Consulta Dietética (Salamanca), en una entrevista con Infosalus, el dietista-nutricionista y farmacéutico Roberto Cabo, así como la especialista en Nutrición y Dietética y bióloga María Astudillo.
Los pescados y los mariscos, según indican, se engloban dentro de un grupo común de alimentos que destacan por sus características nutricionales: son alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico (el marisco algo que menos que el pescado), y presentan grasas saludables para nuestro organismo (de nuevo, el marisco en menor cantidad que el pescado).
Asimismo, destacan sus ácidos grasos poliinsaturados omega tres, de efecto cardioprotector. Así, resaltan una breve selección de los nutrientes destacados en:
- Vieiras: Presentan un 19% de proteínas, buen contenido en omega 3. Una ración cubre casi el 50% de las necesidades de vitamina B12 diarias de una persona.
- Langostinos: 20,1% de proteínas, además de buen contenido en omega 3. Una ración cubre casi el 50% de las necesidades de calcio diarias de una persona.
- Mejillones y almejas: Especialmente ricos en hierro (de muy buena absorción por ser de origen animal) y calcio.
Según precisan además, no hay un marisco más sano que otro, en el sentido de peor valor nutricional. "Es muy complicado hacer una distinción tan tajante, pues un marisco concreto puede ser rico en proteínas y bajo en hierro, y otro marisco justo al contrario. Pero ninguno de ellos es malo o bueno. Por eso, el mejor consejo sería disfrutar de una amplia variedad, porque sólo de esa forma conseguiremos beneficiarnos de todos los nutrientes que nos aportan", indican los expertos.
Por otro lado, ven conveniente conocer qué nutrientes nos puede aportar un tipo u otro de alimento, porque si por ejemplo tenemos bajo el hierro será más recomendable tomar una ración de almejas que de langostinos.
Ambos especialistas llaman la atención sobre el hecho de que los mariscos son alimentos con un alto contenido en colesterol aunque, si se mantienen algunas precauciones, se podrá disfrutar de ellos de vez en cuando. "Algunos de los mariscos que más colesterol aportan son los langostinos, las gambas o los calamares. Curiosamente, las huevas de pescado contienen más del doble de colesterol que los mencionados. Por suerte cuando se toman se hace en pequeña cantidad", indican.
Con ello, Cabo y Astudillo aportan 2 consejos extra a este respecto: Evitar las cabezas de los langostinos y gambas, pues ahí está su mayor contenido en colesterol y, procurar no tomar alcohol con marisco, para no hacer trabajar al hígado en exceso. "Ojo, no podemos culpar sólo a este grupo de alimentos como causante de la hipercolesterolemia, siempre que hay observar la alimentación de una persona desde un punto de vista global", precisan.
El peligro de concentrar la ingesta de marisco durante la Navidad puede desplazar a otros alimentos como verduras y hortalizas de nuestra alimentación, según afirman los expertos de ALEA Consulta Dietética. "Pocas veces (diría que nunca) que se prepara una mariscada junto a una parrillada de verduras. Uno puede desequilibrar la comida del día olvidando tomar alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y menos cabida habrá para los alimentos ricos en fibra. Las digestiones serán más pesadas y si se mantiene, habrá tendencia al estreñimiento. Un consumo excesivo además puede llevarnos a aumentar nuestros niveles de ácido úrico y de colesterol", advierten.
Aquí, Cabo y Astudillo recuerdan que un consumo de marisco estaría contraindicado en aquellas personas con hiperuricemia y con hipercolesterolemia principalmente. También tendrán que tener precaución los niños, las mujeres embarazadas y aquellos con problemas hepáticos y renales.
Sobre si es igual de saludable el marisco congelado, estos expertos en nutrición sostienen que sí, ya que actualmente los procesos de congelación preservan casi igual las características nutricionales de los alimentos. "Las conservas, sin embargo, pueden modificar esas propiedades en función del líquido en el que el marisco estén inmerso: no es lo mismo que se conserve en aceite vegetal que en su propio jugo", avisan.
En este punto, los especialistas quieren destacar que no hay que obsesionarse con el consumo de uno u otro alimento, ya que "ningún alimento por sí solo es el demonio, ni tampoco una bendición para la salud". Según resaltan, es la alimentación global lo que definirá si una persona se alimenta o no correctamente.
"Y tampoco se puede decidir revisando sólo uno o unos pocos días, no resultaría significativo. Es natural que todos pasemos por etapas algo más especiales, como esta navideña, que viene cargada de alimentos que tomamos con poca frecuencia como ciertos pescados, mariscos, carnes o dulces. Pero incluso dentro de esa rareza debemos ser concientes de no alterar demasiado nuestros ritmos y costumbres. Al fin y al cabo nuestro cuerpo no distingue si es hoy es 25 de diciembre o 13 de junio: lo que si notará es si le tratamos mejor o peor, haciendo elecciones alimentarias más o menos saludables", sentencian estos expertos de ALEA Consulta Dietética.