MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los especialistas del servicio de Pediatría del hospital de Bizkaia han recomendado que, ante un episodio de diarrea, el tratamiento consistente en la reposición de los líquidos y electrolitos perdidos por las heces (rehidratación) y mantener una nutrición adecuada no se debe hacer con bebidas isotónicas, limonadas, zumos o refrescos.
Asimismo, han destacado que no se recomiendan fármacos para parar la diarrea ni antibióticos. "En caso de fiebre, se pueden tomar antitérmicos. Y, siempre con la supervisión de un especialista, valorar asociar probióticos, ya que algunos acortan la diarrea", ha apuntado la especialista en Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia, Raquel Fernández.
Se deben ofrecer líquidos con frecuencia, especialmente tras cada deposición diarreica. "En casos leves puede tomar agua con frecuencia, que beba lo que quiera. En casos más intensos, con deposiciones líquidas abundantes, se recomiendan las soluciones de rehidratación oral lo que conocemos como suero oral de farmacia", ha detallado la doctora Fernández.
"Hablamos de diarrea cuando las deposiciones son blandas o líquidas, más abundantes y más frecuentes de lo habitual", ha explicado la doctora Raquel Fernández, especialista en Pediatría del Hospital Quirónsalud Bizkaia. También ha señalado que puede acompañarse de dolor abdominal, fiebre y/o vómitos.
Asimismo, ha añadido que la causa más frecuente de diarrea en la infancia son las infecciones víricas, en ocasiones también hay diarreas producidas por bacterias o parásitos o por otras causas. La duración es variable, en general unos pocos días.
Si las deposiciones son muy abundantes, muy líquidas y frecuentes, se puede producir una deshidratación. "Observar es fundamental. Cuando notamos que están decaídos, tienen mucha sed, orinan menos, tienen la boca está seca, lloran sin lágrimas o tienen los ojos hundidos, es señal de que están deshidratados", ha apuntado la especialista en Pediatría.
La experta ha advertido que hay que acudir al médico si se vomita en repetidas veces y no se consigue tolerancia; si se presentan signos de deshidratación; si se está muy decaído o con mal estado general o si se tiene excesiva sed.
En cuanto a las posibilidades de alimentación, la experta ha señalado que es adecuado comer y que no es necesario hacer ayuno, aunque "los niños con diarrea suelen tener poco apetito". "Podemos ofrecerle la alimentación que vaya tolerando, siempre sin forzar, evitando comidas grasas o con mucho azúca", ha puntualizado.
Por último, ha detallado que, si el niño vomita con facilidad, se puede comenzar con suero oral en pequeñas cantidades cada cinco minutos, aumentando progresivamente la cantidad según lo tolere. Cuando ya no vomite, se puede empezar a darle algo de comida, sin olvidar el aporte de líquidos.