MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
"Be water, my friend", ya lo decía Bruce Lee en una de sus últimas entrevistas y, lo dijese o no refiriéndose al organismo, lo cierto es que razón no le faltaba. El agua cumple funciones básicas en el cuerpo, transporta nutrientes, elimina toxinas o regula la temperatura entre otras actividades, por eso es necesario mantener una correcta hidratación, para que todo funcione como debe.
Cuando el calor aprieta es necesario evitar la deshidratación con una serie de consejos sencillos que no conviene olvidar. Es fundamental que, durante todo el año las mujeres beban dos litros de agua al día, frente a los hombres que toman medio litro más, cantidad recomendada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Sin embargo, en el caso de que la temperatura sea más alta a la habitual, también se debe aumentar la cantidad de líquido y reducir el aporte calórico.
Una dieta de verano con alimentos de alto contenido en agua son el apoyo para mantenerse fresco por dentro. La Fundación anima a llevar este tipo de dietas, pero recuerda que a pesar de obtener de esta forma hidratación, entre el 75 y el 80 por ciento de los líquidos se deben tomar con bebidas que contengan más del 80 por ciento de agua y menos del 50mEq/l de sal.
Si se practica ejercicio físico se debe aumentar la cantidad de líquido en el cuerpo, puesto que una mala hidratación merma el rendimiento del ejercicio aeróbico. Además, los niños, las mujeres embarazadas o en lactancia y las personas mayores representan el sector más vulnerable a sufrir una hipo-hidratación, por lo que debe seguir un control exhaustivo de este sector de la población.