MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
La reducción de los precios de frutas y verduras puede ser más eficaz en la disminución de las enfermedades del corazón que las campañas de los medios de comunicación durante 15 años, según concluye un análisis actualizado presentado en las Sesiones Científicas Epidemiología/Estilo de Vida de 2016 de la Asociación Americana del Corazón.
Los patrones dietéticos que rebajan los precios de frutas y verduras en un 10 por ciento hasta el 2030 podrían reducir la tasa de mortalidad por enfermedades del corazón y derrame cerebral en un 1 por ciento, salvando alrededor de entre 64.000 a 69.000 vidas durante un periodo de 15 años. Una caída de los precios del 30 por ciento era la más eficaz para salvar vidas, con una disminución de la tasa de mortalidad en casi un 3 por ciento y entre 191.000 y 205.000 vidas salvadas en 15 años.
En comparación, los investigadores informaron que una campaña en los medios de comunicación durante un año promocionando las frutas y verduras podría reducir la tasa de mortalidad cardiovascular en un 0,1 por ciento, o salvar de 7.500 a 8.300 vidas. Una campaña de medios con una duración de 15 años, redujo la tasa un 0,3 por ciento, o de 22.800 a 24.800 muertes en 15 años, según el estudio.
"La mala alimentación es un gran contribuyente a la enfermedad cardiovascular, que es la principal causa de muerte en Estados Unidos. Por lo tanto, los gobiernos deben implementar políticas dietéticas eficaces para hacer frente a esta carga cada vez mayor", subraya Jonathan Pearson-Stuttard, investigador principal y miembro clínico y académico en el Imperial College de Londres, Reino Unido. "Ambas campañas, de información y reducción de los precios de las frutas y las verduras, son herramientas importantes para lograrlo", agrega.
AUMENTAR LA ASEQUIBILIDAD DE ALIMENTOS SALUDABLES
Para las estimaciones, investigadores de la Escuela Friedman de Nutrición y Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, y la Universidad de Liverpool, Reino Unido, crearon un modelo llamado 'Modelo de Política de Impacto Alimenticio en Estados Unidos', que incluye proyecciones de demografía de Estados Unidos y tasas de mortalidad cardiovascular hasta el año 2030, además de la ingesta actual y proyectada de frutas y verduras.
El modelo permitió al equipo simular los efectos de las distintas políticas en los hábitos alimenticios y el impacto del cambio en los hábitos en la enfermedad cardiaca y el riesgo de apoplejía. Luego, los investigadores compararon la cantidad de personas que se esperaría que murieran durante 15 años si nada cambia, en comparación con los números esperados si se pone en marcha cada política, para ver cuántas vidas se salvarían.
"Las políticas a nivel de población son herramientas poderosas para reducir la enfermedad cardiovascular", afirma Martin O'Flaherty, autor principal de la Universidad de Liverpool. Sin embargo, la eficacia relativa de una campaña de salud dirigida a mejorar la dieta de las personas en comparación con un incentivo financiero - una estrategia que nunca probado a nivel nacional - ha sido poco clara ".
"Deben aprovecharse y adoptarse en Estados Unidos estrategias que aumenten la conciencia, la disponibilidad y la asequibilidad de alimentos saludables como frutas y verduras --apunta Dariush Mozaffarian, investigador principal y decano de la Escuela de Nutrición y Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts--. Además, las políticas dirigidas a subvencionar las frutas y verduras podrían tener efectos sobre la salud más equitativos a través de la raza y los grupos étnicos. Y algo muy importante, esto se puede lograr rápidamente".