MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La bacteria 'Salmonella' acciona un interruptor eléctrico mientras se engancha dentro de las células inmunitarias, lo que hace que las células emigren de las entrañas hacia otras partes del cuerpo, según un nuevo estudio publicado este martes en la revista de acceso abierto 'PLOS Biology' de Yaohui Sun y Alex Mogilner de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, y sus colegas. El descubrimiento revela un nuevo mecanismo que subyace a la toxicidad de este patógeno común transmitido por los alimentos.
La salmonela se encuentra entre las causas más comunes y mortales de intoxicación por alimentos, causando más de 400.000 muertes cada año. Muchas de esas muertes se producen cuando las bacterias escapan de las entrañas dentro de las células inmunes llamadas macrófagos. Los macrófagos son atraídos hacia las bacterias en el intestino por una variedad de señales, principalmente sustancias químicas liberadas desde el sitio de la infección.
Una vez allí, engullen a las bacterias como parte normal de su trabajo de lucha contra las infecciones. Sin embargo, en lugar de permanecer allí, los macrófagos cargados de bacterias a menudo abandonan el sitio y entran en el torrente sanguíneo, diseminando las bacterias y aumentando considerablemente la gravedad de la infección.
Los tejidos como el intestino a menudo generan pequeños campos eléctricos a través de sus superficies externas, y se sabe que estos campos eléctricos impulsan la migración de células, incluidos los macrófagos. En el nuevo estudio, los autores demostraron por primera vez que el revestimiento del ciego del ratón (el equivalente al apéndice humano) mantiene un campo eléctrico de membrana cruzada, y que la infección por Salmonella alteró este campo y contribuyó a la atracción de macrófagos.
Las mediciones de la polaridad de la carga local indicaron que los macrófagos fueron atraídos hacia el ánodo, o polo cargado positivamente dentro del campo. Sin embargo, una vez que absorbieron las bacterias, se sintieron atraídos por el cátodo e invirtieron su dirección migratoria, alejándose del revestimiento intestinal, hacia los vasos del sistema circulatorio. Este cambio fue impulsado por uno en la composición de ciertas proteínas de superficie cargadas en los macrófagos; el mecanismo por el cual la envoltura bacteriana desencadena este cambio todavía está bajo investigación.
"La diseminación, en lugar de la infección localizada, es la principal causa de mortalidad por 'Salmonella' (y otras bacterias transmitidas por los alimentos), por lo que es más probable que la comprensión de este cambio de polaridad ayude a desarrollar nuevos tratamientos para reducir las muertes por infecciones bacterianas transmitidas por los alimentos", dice Mogilner.