Autolimpieza y autorreparación, los beneficios del ayuno intermitente bajo supervisión profesional

Archivo - Ayuno intermitente.
Archivo - Ayuno intermitente. - ROSENDO SERRANO VALERA/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 12 mayo 2025 17:52

MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -

La dietista-nutricionista del Hospital Universitario La Luz Laura Sánchez ha resaltado que el ayuno intermitente puede aportar "importantes beneficios" más allá de su creciente popularidad para perder peso, aunque debe estar supervisado por un profesional sanitario.

"El ayuno intermitente debe estar siempre supervisado por un profesional de la nutrición. No podemos dejarnos llevar por 'influencers' o personajes famosos que divulgan sin conocimiento. Cada cuerpo es diferente y lo que le sirve a uno, puede ser perjudicial para otro", ha subrayado Sánchez.

Tras ello, ha explicado que el ayuno intermitente no es una dieta, sino una herramienta en la que se espacia la ingesta de alimentos en doce horas o más, y que tiene beneficios comprobados como la mejora del metabolismo.

"El cuerpo entra en un proceso de autolimpieza y autorreparación. Esto puede traducirse en una disminución del colesterol, de la presión arterial, una mejor regulación de la glucosa y hasta una reducción en el número de células cancerígenas, dependiendo del caso", ha añadido.

Del mismo modo, puede favorecer un equilibrio de las hormonas del hambre y la saciedad, como la leptina y la grelina, lo que ayuda a que la persona reconozca "cuándo realmente tiene hambre y cuándo está saciada", lo que a su vez puede contribuir a una relación más "saludable" con la comida.

A pesar de sus beneficios, ha recordado que el ayuno está contraindicado en embarazadas, en periodo de lactancia, niños pequeños, ancianos, personas con trastornos alimentarios o en aquellas con ansiedad o estrés, pues puede "agravar" estos cuadros de estos últimos casos.

Si bien la dietista ha expresado que todo el mundo ha tenido que ayunar en algún momento, ya sea para someterse a una analítica, una cirugía o una prueba médica, el ayuno intermitente se da cuando se prolonga más allá de las doce horas y se realiza de forma estructurada.

Asimismo, ha explicado que existen ayunos de entre doce y 72 horas, siendo más aptos para la vida diaria aquellos entre 12 y 16 horas, mientras que aquellos de 24 o 72 horas se reservan a contextos médicos.

Por todo ello, ha sugerido comenzar con un ayuno de doce horas en el que se espacie la cena y el desayuno del día siguiente, y ha aseverado que "no se trata de no comer, sino de comer bien en las ventanas de alimentación", incluyendo en estas comidas todos los nutrientes necesarios para que el cuerpo funcione correctamente.

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