MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Aumentar la cantidad de proteína en la dieta, tras perder peso, puede ayudar reducir la cantidad de grasa del hígado, disminuyendo así el riesgo de diabetes en personas con enfermedad de hígado graso no alcohólico, según un estudio realizado por la Sociedad Americana de Fisiología.
"Estos hallazgos enfatizan las implicaciones clínicas y los beneficios potenciales del aumento de la ingesta de proteínas después de la pérdida de peso para las personas con hígado graso en riesgo de desarrollar diabetes", han señalado los investigadores.
En estudios anteriores se han encontrado que la suplementación proteica a corto plazo ayuda a reducir el contenido de grasa en el hígado. Sin embargo, ahora los investigadores han realizado un estudio de dos años para determinar el impacto a largo plazo de la proteína de la dieta en un hígado graso después de la pérdida de peso.
Un total de 25 voluntarios adultos, 15 de los cuales habían sido diagnosticados previamente con hígado graso, participaron en una dieta baja en calorías durante ocho semanas para perder hasta un 8 por ciento de su peso corporal.
Después de perder peso, se ordenó a los voluntarios que mantuvieran su peso durante dos años y siguieran una dieta moderada o alta en proteínas con un promedio de 0,8 a 1 gramo de proteína por kilogramo de peso corporal. El equipo tomó muestras de sangre y orina, y realizó escáneres corporales para evaluar el contenido de grasa hepática y la cantidad de proteína eliminada del cuerpo de los voluntarios en tres intervalos, el inicio de la fase de mantenimiento del peso y nuevamente seis meses y luego dos años después.
Tras dos años manteniendo el peso perdido, el aumento en la proteína de la dieta se asoció con un contenido reducido de grasa hepática en los voluntarios. Además, más de la mitad de los participantes que fueron diagnosticados previamente con hígado graso no alcohólico ya no tenían hígado graso.