MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consumo de soja regularmente puede proteger a las mujeres que se someten a tratamientos de infertilidad contra las malas tasas de éxito vinculadas a la exposición al disruptor endocrino bisfenol A, según un nuevo estudio publicado en 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism'.
El bisfenol A (BPA) es un químico que se encuentra en una variedad de envases de alimentos, y puede imitar el estrógeno, una de las dos hormonas sexuales principales que se encuentran en las mujeres. Estudios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos estiman que más del 96 por ciento de los estadounidenses tienen BPA en sus cuerpos.
A partir de 2014, se han publicado cerca de cien estudios epidemiológicos que vinculan BPA a problemas de salud, incluyendo trastornos reproductivos, según la Sociedad de Endicronología. "Nuestro estudio es el primero en mostrar una posible interacción entre la soja y el BPA en los seres humanos", subraya el autor Jorge E. Chavarro, de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, el Hospital Brigham y de la Mujer y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos.
"Esto es consistente con la investigación en ratones que reveló que una dieta rica en soja podría proteger contra los problemas de salud reproductiva asociados con la exposición al BPA. Se necesita más investigación para determinar por qué la soja tiene este efecto en los seres humanos", añade.
Los investigadores examinaron la relación entre la exposición a BPA, la dieta y el éxito de las tasas en 239 mujeres que se sometieron al menos a una fertilización in vitro (FIV) en el Centro de Fertilidad General del Hospital de Massachusetts entre 2007 y 2012. Las mujeres participaron en el estudio 'Environment and Repdroctive Health' (EARTH), diseñado para evaluar el papel de los factores ambientales y la nutrición en la fertilidad, financiado por los Institutos Nacionales de la Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de la Salud.
SIN IMPACTO DEL BPA EN LAS MUJERES QUE TOMAN SOJA
Se analizaron muestras de orina de las participantes, de entre 198 y 45 años, para medir la exposición al BPA y se les realizó un cuestionario sobre el estilo de vida que incluía preguntas sobre la frecuencia con la que comían los alimentos a base de soja. Entre las participantes, 176 consumían alimentos de soja.
De las mujeres que no tomaban soja, las que tenían mayores niveles de BPA en la orina presentaban menores tasas de implantación del embrión, menos embarazos que progresaron hasta el punto en el que el feto podía ser visto en una ecografía y un menor número de nacidos vivos que en las mujeres con menor niveles de BPA en sus cuerpos. En comparación, las concentraciones de BPA no tuvieron impacto en los resultados de FIV en mujeres que consumían habitualmente soja.
"Aunque se recomienda que las mujeres que están tratando de quedarse embarazadas reduzcan su exposición al BPA, nuestros resultados sugieren que la dieta puede modificar algunos de los riesgos de la exposición al BPA, un producto químico que es casi imposible de evitar por completo debido a su uso generalizado", subraya el autor principal Russ Hauser, de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston.