Asocian las bebidas gaseosas y azucaradas a síntomas más graves en esclerosis múltiple

Latas refrescos
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Publicado: jueves, 7 marzo 2019 8:07

   MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Para las personas con esclerosis múltiple (EM), beber alrededor de 290 calorías por día de bebidas gaseosas u otras bebidas endulzadas con azúcar, o el equivalente a aproximadamente dos latas de gaseosas no dietéticas, puede estar relacionado con síntomas más graves y un nivel más alto de discapacidad en comparación con las personas con EM que rara vez consumen bebidas endulzadas con azúcar, según un estudio preliminar publicado este martes y que se presentará en la 71 Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología, que se celebra del 4 al 10 de mayo en Filadelfia, Estados Unidos.

   Las personas que rara vez toman bebidas azucaradas consumían un promedio de siete calorías en bebidas azucaradas por día, o el equivalente a una lata y media de refrescos no dietéticos por mes. Las bebidas gaseosas y otras bebidas dulces fueron el único tipo de alimento relacionado con los síntomas de la EM en el estudio.

   "Los pacientes con EM a menudo desean saber cómo la dieta y los alimentos específicos pueden afectar la progresión de su enfermedad", señala la autora del estudio, Elisa Meier-Gerdingh, del Hospital St. Josef en Bochum, Alemania, y miembro de la Academia Americana de Neurología. "Aunque no encontramos un vínculo con la dieta en general, sí hallamos un lazo con quienes bebían sodas, zumos de sabores, tés y cafés azucarados", agrega.

   En el estudio participaron 135 personas con EM que completaron un cuestionario sobre su dieta. Luego, los investigadores observaron cómo se acercaba la dieta de cada participante a los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés). La dieta DASH recomienda tomar granos enteros, frutas y verduras, productos lácteos bajos en grasa, carnes magras, pollo y pescado, y nueces y legumbres, y limita los alimentos con alto contenido de grasas saturadas y azúcar.

   "Elegimos estudiar la dieta DASH porque la adherencia a la dieta DASH está asociada con un menor riesgo de otras enfermedades crónicas como presión arterial alta, diabetes y enfermedades cardiovasculares", afirma Meier-Gerdingh. Los científicos también midieron el nivel de discapacidad de los participantes utilizando la Escala de Estado de Discapacidad Expandida, un método común para cuantificar la discapacidad que varía de 0, sin síntomas, a 10 puntos, muerte por EM. Un total de 30 participantes tuvieron discapacidad severa.

   En general, los investigadores no encontraron un vínculo entre lo que comían los participantes y su nivel de discapacidad. En el caso de los refrescos y las bebidas endulzadas con azúcar, se dividió a los participantes en cinco grupos según la cantidad de bebida. Las personas en el grupo superior tomaban un promedio de 290 calorías de bebidas azucaradas al día, mientras que el grupo más bajo rara vez bebía bebidas azucaradas.

CINCO VECES MÁS DE PROBABILIDADES DE DISCAPACIDAD SEVERA

   El estudio encontró que los participantes que consumían la mayor cantidad de bebidas endulzadas con azúcar tenían cinco veces más probabilidades de tener una discapacidad severa que las personas que rara vez tomaban bebidas endulzadas con azúcar. De las 34 personas en el grupo superior, 12 tenían discapacidades graves, en comparación con 4 de las 34 personas en el grupo inferior. El grupo superior tenía en un puntaje promedio de discapacidad de 4,1 puntos, mientras que el grupo inferior registraba un promedio de 3,4 puntos.

   "Aunque estos resultados deben confirmarse con estudios más grandes que siguen a las personas durante un largo periodo de tiempo, y los resultados no muestran que los refrescos y las bebidas endulzadas con azúcar causen una discapacidad más grave, sabemos que los refrescos no tienen valor nutricional y las personas con EM pueden querer considerar reducirlos o eliminarlos de su dieta", apunta Meier-Gerdingh.

   Las limitaciones del estudio incluyen el número relativamente pequeño de participantes. El estudio también evaluó las dietas de los participantes y las bebidas endulzadas con azúcar al mismo tiempo que la discapacidad, por lo que no es posible distinguir si en realidad es un aspecto de la dieta, como las bebidas endulzadas con azúcar, lo que contribuye a una mayor discapacidad o si es la enfermedad más grave afecta la capacidad de una persona para llevar una dieta saludable. Se necesitan estudios adicionales para evaluar si las bebidas endulzadas con azúcar afectan al curso de la enfermedad.