MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española de Pacientes con Intolerancias Alimentarias quedará constitutida a partir del 1 de enero tras presentar los estatutos de la misma al Ministerio de Sanidad este noviembre, según ha informado el director del servicio Inmunomet del Hospital Beata María Ana, el doctor José Vigaray, durante la I Jornada para pacientes con Intolerancia Alimentaria y Disbiosis intestinal, celebrada este lunes.
El germen de la asociación es el grupo de Facebook 'Intolerancias Alimentarias', dirigido por el urólogo Blas López Rueda, que "trata de analizar las intolerancias alimentarias desde un punto de vista amplio" y pretende tratar "todas las implicaciones que éstas pueden producir en la salud". En sus 12 meses de vida, cuenta con un total de 11.378 miembros.
Según el director del grupo, crear la asociación proporcionará a los interesados "mayor representatividad ante cualquier colectivo, como Sanidad, que nos queramos presentar". "Eso de ser un grupo de Facebook siempre suena mal", ha lamentado el doctor López Rueda.
En este sentido, el urólogo ha revelado que también se pretende abrir un blog y que se encuentran trabajando en la creación de un canal de televisión 'on line', que funcione como un streaming, para España y para los países latinoamericanos. El objetivo es que haya "conversación entre médicos y para transmitir" información.
De forma paralela, el doctor López Rueda ha manifestado la existencia de una página web en este sentido, "para recoger datos y seguir investigando", y un canal en YouTube, llamado 'Intolerancias Alimentarias' y que suma 1.131 suscriptores.
La malabsorción e intolerancia alimentaria es la dificultad para la absorción intestinal de componentes de la alimentación, sobre todo azúcares, como fructosa o lactosa. Cuando causa cuadros digestivos funcionales, lo que se llama síndrome de intestino irritado, se habla de intolerancia alimentaria, aunque la malabsorción también puede causar enfermedades no digestivas.
La malabsorción se diferencia de las reacciones de hipersensibilidad a los alimentos causadas por una respuesta inmunológica frente a proteínas, como la alergia alimentaria, la celiaquía o las enfermedades por eosinófilos.
Hay tres tipos de malabsorción: la metabólica, la farmacológica y de mecanismo incierto. En cuanto a la metabólica, se refiere a una alteración genética y/o adquirida del receptor específico en la célula intestinal para absorber fructosa. Afecta al 50 por ciento de la población y al 90 por ciento del total de intolerantes. Hay otro tipo, la adquirida de enzimas disacáridos, como la lactasa, que metaboliza la lactosa.
En referencia a la farmacológica, hay un exceso de aminas vasoactivas, por ejemplo, la histamina, por desequilibrios entre su producción por bacterias intestinales y/o por los alimentos y la capacidad enzimática para metabolizarlas. Las de mecanismo incierto, por su parte, son intolerancias referidas a alimentos marinos, al huevo y al gluten.
La malabsorción siempre se asocia a una alteración de la microbiota o flora intestinal, llamada disbiosis intestinal, y se convierte en un binomio inseparable.
SERVICIO PARA PACIENTES CON MALABSORCIÓN ALIMENTARIA Y DISBIOSIS
La jornada celebrada este lunes ha servido como plataforma de punto de partida de Inmunomet, un servicio del Hospital Beata María Ana de carácter multidisciplinar, dedicado a la asistencia de pacientes con malabsorción alimentaria y disbiosis intestinal. Está dirigida por el doctor Vigaray.
Trabajan de manera coordinada especialistas en Alergia, Digestivo, Endocrinología, Neurología, Medicina Interna, Psicología y Nutrición y colaboran todas las unidades y servicios del centro sanitario, y en particular las de Digestivo médico-quirúrgica, con endoscopias y pruebas funcionales, laboratorio clínico, diagnóstico por imagen, Reumatología, Neumología y Otorrinolaringología.
Lleva a cabo un método propio para el abordaje de estas enfermedades basado en la secuencia diagnóstico individualizado, consejo alimentario, suplementación y terapia médica y psicológica. Asimismo, lleva adelante líneas de investigación propias aplicadas a sus protocolos. Destaca el desarrollo de test genéticos y el estudio de metabolitos bacterianos.