MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Comer más proteínas de origen vegetal o lácteos al tiempo que se reduce el consumo de carne roja podría ayudar a las personas a vivir más tiempo y incluso reducir hasta un 50% el riesgo de muerte por cualquier causa, según dos estudios preliminares presentados en las Sesiones Científicas sobre Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica 2020 de la Asociación Americana del Corazón.
En un estudio sobre más de 37.000 estadounidenses con una edad promedio de 50 años, aquellos que comieron la mayor cantidad de proteína vegetal tuvieron un 27% menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un 29% menos de probabilidades de morir por enfermedad coronariaen comparación con las personas que comieron la menor cantidad de proteína vegetal.
Al mantener constante el número de calorías que los participantes comieron, los investigadores pudieron estimar la cantidad de proteína vegetal en comparación con la proteína animal que comieron las personas en el estudio y compararla con el riesgo de morir.
Así, comprobaron que reemplazar el 5% de las calorías diarias de la proteína animal total con el número equivalente de calorías de la proteína vegetal se relacionó con una disminución de casi el 50% en el riesgo de morir por cualquier causa, incluida la enfermedad coronaria, al tiempo que reemplazar el 2% de las calorías diarias de la proteína de carne procesada con un número equivalente de calorías de la proteína vegetal se asoció con un riesgo 32% menor de muerte.
"No es suficiente evitar la carne roja: también se trata de lo que eliges comer en lugar de la carne roja. Las proteínas vegetales saludables como las nueces, las legumbres y los granos integrales contienen más que solo proteínas: incluyen otros beneficios nutrientes como grasas saludables, vitaminas antioxidantes, minerales y fitoquímicos (compuestos derivados de plantas), que se han asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer", explica el autor principal del estudio, Zhilei Shan, investigador postdoctoral becario en el departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan, en Boston.
Los datos dietéticos para el estudio se derivaron de ocho ciclos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 1999-2014, y la causa de la muerte se identificó a través del Índice Nacional de Muerte.