MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Los alimentos fermentados, como los lácteos, la cerveza o el pan de masa madre, mejoran la digestibilidad e, incluso, aportan beneficios al sistema cardiovascular, según ha asegurado a Europa Press el profesor del departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Humberto Martín Brieva.
La fermentación es un proceso que llevan a cabo los microorganismos a partir de materias primas, los cuales generan una serie de cambios en el alimento que le hacen que sea más digestible y tengan una mayor seguridad alimentaria que los alimentos que no están procesados.
Los productos fermentados que más se suelen consumir son los derivados lácteos, como yogures o quesos, encurtidos (aceitunas o pepinillos), panes de masa madre y bebidas como la cerveza. Además, en los últimos tiempos se está empezando a consumir derivados asiáticos como la 'kombucha'.
"Existe bastante evidencia científica de que los alimentos procesados aportan beneficios al sistema cardiovascular porque son capaces de reducir el colesterol o prevenir procesos metabólicos como la diabetes. Asimismo, se ha visto que pueden mejorar el estado inmunitario y cognitivo", ha detallado el profesor Martín Brieva.
En cuanto al consumo recomendado, el experto ha asegurado que es más importante la asiduidad que la cantidad. Y es que, muchos de los probióticos que contienen se eliminan en un corto periodo de tiempo, por lo que su ingesta habitual logra mantenerlos en el organismo.
No obstante, Martín Brieva ha subrayado la importancia de tomar con moderación las bebidas fermentadas, las cuales siempre se tienen que consumir dentro de una sana y combinándola con la práctica regular de ejercicio.
Finalmente, y respecto a las páginas de Internet que enseñan a fermentar los alimentos, el profesor ha asegurado que, si bien no hay ningún riesgo en consumir yogures hechos en casa, siempre y cuando la leche esté bien esterilizada, sí puede ocasionar algún problema serio fermentar verduras.
"Si la leche está esterilizada, no hay ningún problema a la hora de elaborar yogur casero porque las bacterias son totalmente inocuas. Sin embargo, sí hay que tener cuidado con otros alimentos que se quieran fermentar, como por ejemplo las verduras, ya que si no están bien elaboradas se puede correr el riesgo de intoxicación alimentario. Por tanto, lo recomendable es consumir los alimentos fermentados que provengan de la industria ya que han pasado todos los controles sanitarios", ha zanjado.