MADRID 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El agua es clave en cualquier dieta saludable pero su ingesta debe personalizarse en función de la edad y de las patologías ya que en algunos casos, como por ejemplo sucede con pacientes con insuficiencia cardiaca, su consumo debe limitarse.
Así lo ha reconocido el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), Javier Aranceta, que ha participado en el congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) celebrado en Gran Canaria, donde ha presentado un documento de consenso que resume las pautas de hidratación que deben seguir los médicos de Atención Primaria.
Este experto ha recordado que, a pesar de que en algunas patologías se recomienda una ingesta hídrica aumentada, como en la xerostomía, la mucositis, la enfermedad inflamatoria intestinal, procesos febriles, la resección intestinal o la diarrea y los vómitos, también hay patologías en las que "se recomienda una ingesta hídrica disminuida".
Una de ellas es la insuficiencia cardiaca, cuyos pacientes con síntomas graves deben limitar la ingesta de líquidos a 1,5 litros al día, mientras que los afectados por una insuficiencia renal crónica deben limitar los líquidos si tienen edemas que no respondan al tratamiento diurético o presentan hiponatremia (concentración de sodio en sangre) severa.
En el caso de la ascitis severa (acumulación anormal de líquido en el peritoneo, la membrana que recubre el abdomen), se recomienda una ingesta de menos de un litro al día. Además, en estos casos la evaluación y seguimiento de estos pacientes debe realizarse mediante la medición de la excreción urinaria de sodio, con una determinación de orina de 24 horas, a causa de la falta de uniformidad de la eliminación urinaria de sodio durante el día.
Frente a esto, el documento de la SENC explica que los pacientes con xerostomia o sequedad en la boca deben ingerir a lo largo del día abundantes líquidos como bebidas con gas, zumos, té o café con hielo; beber pequeños sorbos de agua durante la comida, así como tragar con frecuencia saliva para ayudar a la deglución.
Las personas con inflamación de mucosas han de asegurar una ingesta suficiente de líquidos templados o fríos con aporte nutricional como leche entera, yogur líquido, batidos de leche o frutas o zumos de frutas no ácidos, mientras que los afectados por enfermedad inflamatoria intestinal deben aumentar la ingesta de agua/líquidos como agua de arroz o zanahoria, caldo vegetal, infusiones suaves.