Pagán estima que un 8% de los alérgicos a alimentos vegetales necesitan el ejercicio físico para que aparezca la reacción
MURCIA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El médico alergólogo de amplia experiencia hospitalaria, Juan Antonio Pagán Alemán, ha alertado sobre un aumento de alergias a alimentos vegetales que se manifiestan solo y exclusivamente cuando el alérgico practica ejercicio físico. Por ejemplo, advierte que en Navidad hay un repunte de casos de alergias a la uva que aparecen cuando, después de ingerir esta fruta con las campanadas, el alérgico se va a bailar durante la noche.
Se trata de casos que reciben el nombre de "alergia a alimentos dependiente de ejercicio" y, para que se manifiesten, tienen que darse los dos factores: primero que el paciente coma el alimento al que es alérgico y, segundo, que haga ejercicio físico. Por tanto, este tipo de alergias suelen pasar desapercibidas el resto del año, cuando el paciente permanece en reposo sin hacer ejercicio tras ingerir los alimentos que provocarían la reacción alérgica si realizara el deporte.
En concreto, este tipo de alergias en las que el detonante es el ejercicio físico suelen aparecer con la ingesta previa de frutas y otros alimentos vegetales. También se produce este tipo de alergia tras la toma de medicamentos, sobre todo analgésicos de la familia de los AINES (Analgésicos inhibidores de prostaglandinas) como Ibuprofeno, Ácido acetíl-salicílico o Diclofenaco, entre otros, y realización de ejercicio físico. En estos casos, generalmente, la reacción alérgica sucede tras la toma del fármaco si el paciente hace después ejercicio.
Los síntomas suelen manifestarse dentro de la primera hora apareciendo de urticaria generalizada, con hinchazón de párpados y labios, estornudos, síntomas digestivos, sensación de mareo, picor de nariz, y con menor frecuencia bajada de tensión, acompañados eventualmente de otros síntomas como rinoconjuntivitis o asma, por ejemplo. En este tipo de alergia a fármacos, si el paciente toma el medicamento en reposo sin hacer ejercicio, no se manifiestan los síntomas descritos anteriormente.
"En este grupo de pacientes, para que aparezca la alergia, necesitan practicar ejercicio físico", puntualiza Pagán, quien añade que este tipo de casos era poco usual hace unos años, pero ahora "aparecen cada vez más en Urgencias sobre todo en noche vieja".
Son pacientes a los que "no les pasa nada" si se toman la fruta a la que son alérgicos y están en su casa tres horas sentados. Ahora bien, Pagán advierte que si ingieren esa fruta y a los 20 minutos van a jugar al tenis, al fútbol, practican baile, natación o carrera, en la mayoría de los casos, transcurrido un margen de 10 minutos o media hora de práctica deportiva "tienen que ir a Urgencias por la aparición de los síntomas".
AUMENTO DE CASOS DE ALERGIA
Por otra parte, Pagán advierte que las enfermedades alérgicas están aumentando como consecuencia de factores ambientales tales como el cambio climático y la contaminación, en combinación con otros factores como el estrés, que lo fomenta, la gran variedad de oferta actual de alimentos disponibles o el uso abusivo de medicamentos, entre otras cosas. Entre los factores ambientales de riesgo, este alergólogo enumera las partículas de la combustión de los motores diesel, la calefacción o las emisiones de fábricas y empresas.
Pagán señala que la población se tiene que adaptar a los nuevos hábitos de vida, ya que el concepto de vida global "ha cambiado mucho en los últimos 20 años". Antes, recuerda que había menos vehículos a motor, menos uso de la calefacción, menores áreas de cultivo, menos oferta de alimentos y medicamentos, etc. Este incremento, ha contribuido a la exacerbación de las enfermedades alérgicas a alimentos, medicamentos y respiratorias, sobre todo la rinitis y el asma.
El alergólogo recuerda un estudio realizado por investigadores japoneses, en el que analizaron los factores alérgicos en dos poblaciones: una de ellas cercana a una autopista, y otra alejada ocho o diez kilómetros de la autopista. En ambos casos, los científicos midieron las partículas alérgicas en el aire y compararon los síntomas alérgicos. Así, averiguaron que había muchas más alergias en la población cercana a la autopista respecto a la población alejada, a pesar de que los niveles de alérgenos (pólenes, ácaros, hongos, etc.) eran similares.
Esto demostró que la contaminación ambiental "contribuye mucho al desarrollo de enfermedades alérgicas". Además, Pagán advierte que las partículas diesel, por ejemplo, "se adhieren al polen y lo modifican rompiéndolo, haciendo que al disminuir su tamaño la penetración en las vías respiratorias sea más profunda".
ALERGIAS MÁS FRECUENTES EN NAVIDAD
De cara a la Navidad, Pagán ha advertido también que las alergias más temidas son las debidas a los alimentos que se suelen tomar en estas fechas y no en otras épocas del año, como mariscos, pescado, algunas frutas y los frutos secos.
Las carnes "apenas provocan alergia" y los pescados "dan un poco más", pero dentro de los alimentos de mar, advierte que los que más reacciones provocan son el marisco y, concretamente, la gamba y la cigala, es decir, el "marisco de pata" así como los las frutas y frutos secos, sobre todo almendras, nueces, cacahuetes, castañas, pipas y avellanas. En los niños las alergias más frecuentes son a leche y huevo, ambas desaparecen con la edad.
En este sentido, Pagán ha explicado que las personas que ya son alérgicas suelen tener antihistamínicos o corticoides en casa, pero en esta época del año suelen producirse reuniones y cenas con amigos fuera del hogar o en casa de familiares, por lo que no tienen la medicación a su disposición. Por ello, les recomienda llevar un botiquín con antihistamínicos, corticoides y adrenalina para los casos de urgencia.
Pagán ha advertido que entre un 20 y un 21% de la población general es alérgica y Murcia está entre las tres primeras regiones con más incidencia de la alergia de España. La alergia más importante en la Región es a los pólenes, seguida de la alergia a los ácaros y las alergias a los animales, sobre todo a gatos y perros. A continuación se sitúan las alergias a mohos y hongos de ambiente, sobre todo el hongo llamado alternaria, mientras que las alergias a alimentos afectan actualmente de un a un 8% de los pacientes alérgicos, y este porcentaje va en aumento.
También ha recordado que en estas fechas se suelen dar alergias ambientales a alérgenos que hay en invierno. Por ejemplo, explica que hay pacientes con rinitis y asma bronquial alérgico que tienen síntomas por alergia a ciprés, que suele provocar problemas en invierno, así como a gramíneas como la caña, que poliniza en esta época.
Los síntomas, advierte Pagán, son de iniciación rápida y afectan sobre todo a la piel, provocando urticaria tras comer nueces o gambas, por ejemplo. En un 8 o 10% de las alergias a alimentos también se produce "anafilaxia", que se desencadena cuando aparece una reacción inmediata que afecta a varios órganos de una manera rápida y la mayoría de veces grave.
Cuando se manifiesta una reacción anafiláctica, Pagán explica que el alimento produce un edema de glotis al pasar por la garganta para deglutirlo, y los alérgicos sufren "una sensación de ahogo muy importante". Esto se acompaña de urticaria generalizada, con mucho picor y habones o bultos en la piel que cambian de lugar cada media hora o cada hora, así como la hinchazón de párpados y labios, que científicamente se conoce con el nombre de edema o angioedema. Se suele acompañar de síntomas en el aparato digestivo con vómitos, diarrea, dolor abdominal y mareo con sensación o pérdida de visión, hipotensión (bajada de tensión arterial), etc.