LONDRES, 29 Abr. (Reuters/EP) -
Investigadores del Hospital Infantil Hans Christian Andersen de Odense (Dinamarca) reconocen que la adolescencia puede ser especialmente crítica para los pacientes celiacos ya que, en muchos casos, pueden verse tentados a abandonar o relajar la dieta sin gluten que tienen.
Diferentes estudios han alertado de las dificultades que tienen muchos niños con una enfermedad crónica en esa transición hasta la edad adulta, ya que poco a poco deben ir asumiendo el manejo de su trastorno. En este caso, la celiaquía requiere fundamentalmente vigilar la alimentación para no comer nada que tenga esta proteína.
"La adolescencia es un periodo en que las cosas cambian y pueden verse tentadas a dejar su dieta ya que conlleva diferentes restricciones para su vida", ha destacado Steffen Husby, autor de un documento europeo de consenso que publica la revista 'Gut'.
El hecho de que este trastorno no necesite ningún medicamento hace que los pacientes tengan menos contacto con sus médicos si tienen dominado el tema alimenticio, lo que en algunos casos puede causar una cierta relajación o baja percepción de riesgo de su enfermedad.
E incluso quienes no siguen una buena alimentación pueden no experimentar síntomas durante años, sobre todo anemia o espasmos, lo que favorece un mayor riesgo de abandono en la adolescencia.
Este experto reconoce también que muchos gastroenterólogos consideran que la enfermedad celiaca es menos grave que el cáncer colorrectal o el síndrome de intestino irritable, lo que les lleva a pensar que están más preparados para cuidar de si mismos.
En su documento, proponen que estos pacientes pasen por un periodo de transición en el que es necesario que los pediatras que le siguen elaboren un informe con toda la información clínica del menor para que el médico que se encargue de seguir su evolución en la edad adulta tenga conocimiento de diferentes aspectos como su peso, patologías asociadas y grado de cumplimiento de la dieta.
Los autores también concluyen que la mayoría de los adolescentes y los adultos jóvenes no necesitan someterse de forma rutinaria a biopsias del intestino delgado como seguimiento de su enfermedad y es suficiente con analíticas de sangre que midan los niveles de anticuerpos de gluten.