MADRID, 11 Dic. (EDIZIONES) -
Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido diarrea; heces más líquidas de lo normal y acompañadas de un número mayor de deposiciones. Se considera que ya es diarrea aguda si dura menos de 3 semanas, y de diarrea crónica si se prolonga más allá de ese periodo, según los parámetros que maneja la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD).
Según constata esta institución, el tratamiento fundamental de la diarrea aguda es dietético y debe centrarse en aumentar la ingesta de líquidos y de sales minerales; así como en seguir una dieta astringente.
Precisamente entrevistamos en Infosalus al doctor Agustín Balboa, experto de la FEAD, y especialista en Aparato Digestivo en del Centro Médico Teknon (Barcelona), quien recuerda que el arroz, la manzana y el pescado hervido forman parte de la dieta astringente y por tanto se introducen de forma precoz en estos casos cuando el paciente tolera ingesta.
¿PODEMOS COMER NORMAL SI TENEMOS DIARREA?
Preguntado sobre cómo debe ser la dieta en los casos de diarrea, el doctor Balboa subraya que hay que distinguir entre la diarrea aguda (que muchas veces se acompaña de vómitos al inicio del cuadro clínico), de la diarrea crónica (la que dura más de 3 semanas, incluso años).
"En estos casos es imprescindible establecer un diagnóstico de la causa de la diarrea y tratarla específicamente y, en muchos casos, la dieta no es un factor determinante. Sí lo es en la diarrea aguda, en la que hay que evitar alimentos que pueden estimular la motilidad intestinal y agravar la diarrea. Es aquí donde se ha de utilizar la dieta astringente", remarca el experto de Quirónsalud.
Argumenta que en un paciente con diarrea aguda debemos asegurarnos de que tolera la ingesta oral y es por ello por lo que en las primeras fases, cuando hay vómitos de repetición, la principal preocupación debe ser garantizar una hidratación adecuada del paciente, de forma que las pérdidas en forma de diarrea deben ser compensadas con la ingesta oral de líquidos.
"Como hay pérdida de solutos deben administrarse preparaciones de farmacia con esta indicación, o bien administrar bebidas con sales y azúcares como los refrescos que se recomiendan a deportistas o las bebidas de cola, a las que es conveniente quitar el gas batiendo enérgicamente con una cucharilla. Una vez que tenemos estabilizado el paciente en cuanto a los vómitos es cuando podremos iniciar la dieta astringente", matiza este experto.
¿QUÉ COMER Y QUÉ NO EN ESTOS CASOS?
Con ello, el doctor Balboa recomienda evitar comidas irritantes como las grasas e intentar mantener un cierto "reposo intestinal", es decir, evitar alimentos ricos en fibra, como las verduras, las ensaladas, o las frutas. Sugiere en consecuencia este especialista en Aparato Digestivo el hacer comidas más frecuentes y en escasa cantidad para constatar la tolerancia a la ingesta.
"Muchos pacientes con gastroenteritis aguda desarrollan un cierto grado de intolerancia a lactosa, por lo que en las primeras fases de la dieta debe evitarse el consumo de lácteos. Si el paciente tolera la ingesta, se puede introducir fruta con pectina como la manzana, sin piel, y hervida o al horno, y probaremos a aumentar la cantidad de comida en el plato. Si todo va bien podremos introducir lácteos en forma de yogur inicialmente. Si el paciente va tolerando podremos introducir entonces frutas y ensaladas, y finalmente liberar la dieta en 3-4 días", detalla el especialista en Aparato Digestivo.
En cambio, sostiene que está totalmente desaconsejado el consumo de carnes o de pescados ricos en grasa, como el cordero, el cerdo, o el salmón, así como los embutidos, y los alimentos preparados que sean fritos o rebozados. "Evitar además el consumo inicial de frutas, de verduras, o de ensaladas, y los lácteos", apostilla.
CUÁNDO CONSULTAR CON UN ESPECIALISTA
Con todo ello, el doctor Agustín Balboa, experto de la FEAD mantiene que debemos consultar con el médico si somos incapaces de mantener una adecuada hidratación (el paciente está mareado, lento de reflejos, inestable a la marcha, con la mucosa oral muy seca), o si la diarrea debuta con fiebre elevada y postración del paciente.
"La mayor parte de las diarreas agudas se controlarán con la hidratación oral y la dieta astringente. El uso de antibióticos debe limitarse a casos muy concretos y siempre bajo estricta supervisión médica. En ocasiones, los antibióticos pueden provocar en empeoramiento del cuadro clínico, que puede resultar grave (colitis por 'Clostridium difficcile')", concluye el especialista del Centro Médico Teknon.