MADRID 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores liderados por la Universidad China de Hong Kong (China) ha relacionado el consumo de una dieta rica en ácidos grasos omega-3, presentes en los aceites de pescado, con la prevención de la miopía en niños, población que está experimentando un aumento de esta afección, especialmente en el este de Asia, y que se asocia a pasar demasiado tiempo frente a una pantalla y muy poco tiempo al aire libre, así como una susceptibilidad hereditaria.
"Este estudio proporciona evidencia humana de que una mayor ingesta dietética de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 se asocia con una longitud axial más corta y una menor refracción miópica, destacando a los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 como un posible factor dietético protector contra el desarrollo de la miopía", han destacado los científicos en un artículo publicado en la revista 'British Journal of Ophthalmology'.
Esta función de los ácidos grasos omega-3 se produciría al aumentar el flujo sanguíneo a través de la coroides, una capa vascular del ojo, responsable de transportar nutrientes y oxígeno, y así evitar la hipoxia escleral.
Por el contrario, han relacionado una ingesta elevada de grasas saturadas, presentes en alimentos como la mantequilla, el aceite de palma y la carne roja, con un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Durante la investigación se han analizado los datos de 1.005 niños chinos de entre 6 y 8 años reclutados aleatoriamente del Estudio Oftalmológico Infantil de Hong Kong, de quienes se han evaluado su vista y medido su dieta habitual a través de un cuestionario de frecuencia alimentaria, completado con la ayuda de sus padres, y en el que se incluían 280 alimentos clasificados en grupos de pan/cereales/pasta/arroz/fideos; verduras y legumbres; fruta; carne; pescado; huevos; leche y productos lácteos; bebidas; aperitivos/grasas/aceites; y sopas.
Tras ello, se calcularon las ingestas de energía, carbohidratos, proteínas, grasas totales, grasas saturadas, grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, colesterol, hierro, calcio, vitaminas A y C, fibra, almidón, azúcar y nutrientes. Asimismo, se ha tenido en cuenta la cantidad de tiempo que los niños pasaban al aire libre en actividades de ocio y deportivas, leyendo y escribiendo, y frente a las pantallas durante los días de semana y los fines de semana.
De toda la muestra, 276 niños (27,5 por ciento) presentaban miopía, y la longitud axial (indicador de la progresión de la miopía) fue más larga en el 25 por ciento de los niños con la ingesta dietética más baja de ácidos grasos omega-3, después de tener en cuenta factores influyentes, como la edad, el sexo, el peso (Índice de Masa Corporal), la cantidad de tiempo pasado en trabajos de cerca y al aire libre, y la miopía de los padres.
Esta longitud axial fue más corta en el 25 por ciento de los niños con la ingesta dietética más alta de ácidos grasos omega-3. Del mismo modo, el equivalente esférico ciclopléjico, que mide el error refractivo, fue más alto en aquellos con la ingesta más baja de ácidos grasos omega-3 y más bajo en aquellos con la ingesta más alta.
Los hallazgos se invirtieron en el 25 por ciento de los niños con la mayor ingesta de grasas saturadas; los investigadores no han hallado ningún otro nutriente asociado a la miopía.
UN ESTUDIO "SÓLIDO Y PIONERO"
El profesor del departamento de Oftalmología de la Universidad de Navarra e investigador de Laboratorio de Oftalmología Experimental de la Clínica Universidad de Navarra, Sergio Recalde Maestre, ha resaltado que se trata de un estudio "sólido y pionero", en un análisis proporcionado por SMC España.
El especialista ha subrayado que sus resultados son novedosos, y que la relación protección de omega-3 contra la miopía es un hallazgo "poco explorado", mientras que la asociación de alto consumo de grasas saturadas con mayor riesgo de miopía también es "innovadora".
Sin embargo, ha advertido que la estimación de la dieta mediante cuestionarios tiene un margen de error y sesgo recordatorio, algo reconocido por los propios investigadores. Recalde también ha señalado que sería de mayor ayuda contar con niños de diferentes edades para observar las características nutricionales en niños mayores de 10 años.
Otro de los inconvenientes del estudio, tal y como afirman los investigadores y Recalde, es su carácter observacional, por lo que no se puede establecer causalidad y solo asociación. Tampoco se ha encontrado evidencia objetiva de la ingesta nutricional a partir de muestras de sangre.
Además, la población se limita a los niños de Hong Kong, con un patrón dietético y una prevalencia de miopía muy específicos. De hecho, la ciudad se encuentra entre las más altas del mundo en cuanto a prevalencia de esta afección, y se tendrían que verificar si los hallazgos podrían aplicarse a otros grupos étnicos con diferentes estilos de vida y menor miopía.
"No se descarta que existan factores socioeconómicos, culturales o de estilo de vida que influyan simultáneamente en dieta y riesgo de miopía. Hubiera estado bien ver en conjunto cómo están el resto de los factores ambientales en esos grupos de percentiles bajos y altos, ya que, probablemente, estos resultados dietéticos estén detrás de un estilo de vida más sano, con niños que realizan más deporte, duermen más horas, están más tiempo al aire libre y se alimentan más adecuadamente", ha añadido Recalde.
Es por ello por lo que ha pedido "cautela" a la hora de extrapolar los datos a otras poblaciones diferentes, y ha instado a realizar estudios en personas de otros perfiles para confirmar la validez de estos "relevantes" resultados.
"Nosotros estamos realizando un estudio similar en población española para ver la importancia de estos (y otros) factores nutricionales en la población infantil española en base a la miopía", ha agregado.
Además, ha opinado que orientar a las familias hacia una dieta más equilibrada, rica en pescado y omega-3, y reducida en grasas saturadas, puede servir como complemento a las recomendaciones ya establecidas de aumentar el tiempo al aire libre y limitar el uso intensivo de pantallas y lectura en visión cercana.