MADRID 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos del Instituto de Investigación de Ácidos Grasos (FARI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha demostrado que los ácidos grasos Omega-6 no aumenta la inflamación, lo que choca con la actual consideración de que los aceites de semillas, ricos en este tipo de ácidos, son responsable de "muchas enfermedades de la modernidad" por el aumento de su consumo en el último siglo.
"Estos nuevos datos muestran claramente que las personas con niveles más altos de ácido linoleico (y ácido araquidónico) en sangre presentan un estado inflamatorio menos intenso que quienes tienen niveles más bajos. Este hallazgo es exactamente lo contrario de lo que cabría esperar si los ácidos grasos Omega-6 fueran proinflamatorios; de hecho, parecen ser antiinflamatorios", ha afirmado el presidente de FARI, el doctor William S.Harris, uno de los investigadores del estudio.
La investigación se ha basado en los datos del Estudio Framingham Offspring, una cohorte de investigación del área de Boston (Estados Unidos) que sigue a los hijos de los participantes del Estudio Framingham Heart original para investigar los factores genéticos y de estilo de vida que influyen en la salud cardiovascular y metabólica; se han medido los niveles de estos ácidos que los diez biomarcadores relacionados con la inflamación en 2.700 individuos.
Tras un ajuste de factores "potencialmente confusores" como la edad, la raza, el sexo, el tabaquismo, los niveles de lípidos en sangre, la presión arterial o el peso corporal, los investigadores han hallado que aquellas personas con niveles más altos de ácido linoleico tenían niveles "significativamente más bajos" en la mitad de los marcadores analizados, y "en ningún caso" se relacionaban niveles más altos con ningún biomarcador.
Unos niveles más altos de ácido araquidónico se han relacionado igualmente con concentraciones más bajas de cuatro marcadores y, al igual que con el ácido linoleico, no se han observado asociaciones estadísticamente significativas con niveles más altos de inflamación u oxidación.
"Ante la avalancha de noticias sobre los daños de los aceites de semillas, las principales fuentes de ácido linoleico en la dieta, muchas voces piden reducir el consumo de ácido linoleico en los estadounidenses. Esta no es una recomendación con base científica, y este estudio, junto con muchos otros, apunta precisamente en la dirección opuesta: en lugar de reducir el consumo de ácido linoleico, aumentarlo parece ser una recomendación más saludable", ha concluido el doctor Harris.