Abusar de productos procesados puede disparar tu presión arterial

Alimentos procesados
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Publicado: lunes, 13 agosto 2018 11:32

MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

El doctor Francisco José Rodríguez Rodrigo, director del Área de
Docencia de Cardiología de HM Hospitales, ha advertido de que abusar de
productos procesados, que contienen una gran cantidad de sal, puede descompensar las cifras de presión arterial, conduciendo en última instancia al desarrollo de la hipertensión.

Este experto señala que la hipertensión arterial, una patología que no suele presentar síntomas pese a que sus consecuencias pueden ser "muy graves", está detrás del 85 por ciento de los accidentes vasculares, que comprenden desde infartos cerebrales y de miocardio hasta rotura de aneurismas aórticos o insuficiencia renal, entre otros. Se considera que existe hipertensión arterial cuando los niveles de presión sanguínea superan los valores de 140/90 mmHg.

"El sobrepeso, un exceso de consumo diario de alcohol o reducir el consumo de productos frescos y abusar de productos procesados, que poseen un alto contenido en sal, suelen descompensar las cifras de presión arterial", detalla el docotr.

Una vez que se detecta la hipertensión, recomienda un estilo de vida saludable: no fumar, ejercicio físico, reducir la sal en la dieta y controlar el sobrepeso. "Cuando esto es insuficiente, se recurre al tratamiento farmacológico. No obstante, determinados fármacos como antiinflamatorios no esteroideos, corticoides, algunos antidepresivos o descongestionantes nasales llevan sustancias vasoconstrictoras que pueden elevar la tensión arterial y, por tanto, hay que consultar siempre al médico sobre la pertinencia de su indicación", aconseja.

Además, asegura que algunos productos de herbolario también pueden tener un efecto perjudicial hipertensivo y también debe consultarse si pueden tomarse.

Por ello, el doctor Rodríguez Rodrigo reclama realizar reconocimientos médicos periódicos que, con carácter general, se deberían efectuar de forma anual a partir de los 40 años de edad en el varón y de 50 años en la mujer, y más precozmente si familiares de primer grado presentan hipertensión arterial u otros factores de riesgo asociado, como diabetes e insuficiencia renal.