MADRID, 8 Jul. (EDIZIONES) -
Hay personas que comen de todo y no engordan; otras se quejan de que engordan aunque coman muy poco. En muchas ocasiones esto se debe a que probablemente el metabolismo sea diferente en ambas personas, de forma que para las primeras es más rápido, mientras que para las otras es más lento. Y aquí la genética juega un papel muy importante.
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus la doctora Conchita Vidales, especialista en nutrición, autora de 'Activa tu metabolismo para cambiar tu vida. El método definitivo para ganar energía y perder peso para siempre' (Libros Cúpula), un manual en el que explica que el metabolismo es la energía que necesita nuestro cuerpo para mantener las funciones vitales de manera natural. "La energía que necesitamos tanto para hacer la digestión como para estar concentrados en actividades intelectuales", señala.
Asimismo, precisa que el 'metabolismo basal' (TMB) es el gasto energético mínimo que nuestro cuerpo necesita para asegurar las funciones vitales en situación de reposo. Es decir, sin tener en cuenta el ejercicio físico, unas mediciones que se suelen realizar con el paciente en reposo y que especifican cuántas calorías necesita un organismo para funcionar. Según indica, la cantidad dependerá de cada persona pero suelen oscilar entre las 1.300 y las 1.800.
"Cuando decimos que se necesita activar el metabolismo es porque éste está por debajo de las 1.500 calorías y afecta a la vida de esa persona, por ejemplo con una ganancia de peso. Eso sí, también puede ocurrir lo contrario y que esté muy acelerado debido a una patología tiroidea, a la ansiedad o al estrés", advierte la experta. En este sentido, sostiene que la genética juega un papel importante a la hora de cómo va a funcionar nuestro metabolismo, por lo que muchas veces no tiene la culpa un paciente de comer dos trozos de pescado y engordar.
CLAVES PARA ACTIVAR METABOLISMO
"La velocidad con la que el metabolismo asimila la comida que ingerimos es uno de los factores clave para engordar o para adelgazar. Aunque contar con un metabolismo más o menos rápido depende en gran medida de la genética de cada uno, éste se puede acelerar de forma natural mediante la incorporación de nuevos hábitos de nutrición. Un metabolismo más rápido nos permitirá quemar una mayor cantidad de grasa al día y, por tanto, perder peso", subraya la experta en nutrición.
Para ello, aconseja acudir a un especialista que nos guíe en esta tarea, además de cuidar nuestra alimentación y de realizar ejercicio. En este sentido, enumera las 15 claves para activarlo:
1.- Conocer la tasa metabólica basal (TMB), o el número de calorías diarias que el cuerpo es capaz de quemar de forma natural estando en reposo. Lo más fiable para conocer este dato es recurrir a básculas con impedanciómetros.
2.- Calcular el consumo de calorías. La TMB se refiere solamente al número de calorías que el cuerpo es capaz de quemar, pero casi todo el mundo realiza actividad física, aunque sólo sea caminar o subir escaleras. Para obtener la cifra exacta que se puede ingerir sin engordar hay que restar a la TMB unas 200 calorías, aunque todo dependerá del tipo de ejercicio que se realice. Muchas máquinas de gimnasio incorporan un contador de calorías, lo que puede ayudarnos a ajustar esas cifras.
3.- Realizar ejercicio de forma regular, entre tres y cinco veces por semana incrementa la TMB. Practicar ejercicios con cambios de ritmos. El ejercicio constante en cierto plazo disminuye la quema de grasas.
4.- Tonificar la musculatura: Un kilo de músculo llega a multiplicar por nueve la velocidad con la que se queman calorías frente a un kilo de grasas. Por eso es fundamental tonificar.
5.- Evitar dietas milagro y el efecto 'yo-yo'.
6.- Desayunar. Fundamental para reponernos energéticamente y para tener menos hambre el resto del día. Combinar lácteos, con cereales y con fruta.
7.- Reducir la ingesta de grasas. El organismo quema más grasas cuando se consumen alimentos pobres en ellas.
8.- Repartir las comidas a lo largo del día. Realizar al menos cinco comidas al día.
9.- Tomar carbohidratos, especialmente los de menor índice glucémico. Son la mejor fuente de energía y es importante no eliminarlos de la dieta (cereales integrales, arroz integral, verduras, hortalizas, frutas, por ejemplo). En cambio, sí conviene reducir aquellos con un alto índice glucémico (azúcares, dulces, pastas, patatas, zanahorias o pan, por ejemplo).
10.- Sustituir el azúcar por canela, estevia o sirope de agave.
11.- Tomar tres raciones de lácteos al día puede llevar a perder más peso en una dieta que para aquellos que no los consumen. El secreto está en el calcio de la leche, que parece que acelera la combustión de las grasas.
12.- Vitaminizar el metabolismo. Consumir una buena dosis de vitaminas al día. Son imprescindibles para el metabolismo energético. Se encuentran en frutas, verduras, hortaliza o legumbres, por ejemplo.
13.- Activar el metabolismo con especias como el curry, el pimentón, el ají, o la pimienta, por ejemplo, porque provocan un mayor gasto energético acelerando la combustión y actuando como quemagrasas durante la digestión.
14.- Beber agua. Ésta desintoxica el organismo, a la vez que ayuda a disminuir la sensación de apetito.
15.- Alimentar los músculos con proteínas sanas. Para conseguir más masa muscular no basta con ejercicio específico, se necesita que la alimentación aporte aminoácidos para crear las proteínas que forman los músculos. Escoger alimentos ricos en proteínas con menor porcentaje de grasa como son el pollo, pescados, huevo cocido, queso fresco, lentejas, garbanzos, soja, o quinua, por ejemplo.
