MADRID, 24 Jun. (EDIZIONES) -
Comer de forma saludable y disfrutar de la vida son cosas perfectamente compatibles. ¿Qué relación tiene lo que comemos con nuestra felicidad? Más de la que pensamos. Según la dietista integrativa formada en la Harvard Medical School Neus Elcacho, todo lo que hagas, pienses y comas a lo largo del día te aleja o te acerca de la felicidad.
"Cada vez tenemos más necesidad de comer una serie de alimentos en concreto (ricos en grasa, azúcares, y muy procesados, que no nos aportan nada bueno) cuando estamos tristes o enfadados. Se está convirtiendo en un problema porque al poner muchas necesidades en estos alimentos estamos generando una adicción. Intentamos conseguir ese placer o distracción a través de alimentos que no van bien para nuestra salud, ni física, ni emocionalmente. Las emociones forman parte de lo que funciona en nuestro organismo y si comemos peor tendremos consecuencias a este nivel", defiende la también coach nutricional.
Con motivo de la publicación de su libro 'La Dieta de las Emociones' (Libros Cúpula), la experta aconseja seguir una dieta que sea nutritiva y nos aporte los nutrientes que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione bien. Asimismo, Elcacho sugiere seguir una dieta consciente, que sea responsable con la tierra, de donde nos aportan estos alimentos y con todo nuestro entorno; además de una dieta inteligente, en la que se sepa lo que se come atendiendo a las etiquetas.
Igualmente, cree necesario mantener una dieta "muy digestiva", ya que la digestión es "la base de todos nuestros problemas", y donde se absorben tóxicos pero también los nutrientes que necesitamos. "Ahora en las últimas décadas se habla de que los intestinos son el segundo cerebro. Tenemos una cantidad de neurotransmisores y de hormonas en nuestro intestino impresionantes, por lo que cuanto más limpio y operativo esté, todo será e irá mejor. Mejor nos encontraremos", subraya Elcacho.
Por otro lado, ve conveniente mantener una dieta social y flexible. "No vivimos en una burbuja sino en sociedad. Entonces no pasa nada porque el sábado comas chocolate, no pasa nada porque un día hagas algo. El problema es que todos los días una persona coma galletas para desayunar. Hay que saber encontrar lo que nos hace estar bien de forma saludable", reflexiona la experta en nutrición.
Por ello, destaca que no sólo comiendo una serie de alimentos se consigue la felicidad, sino que hay que saber qué alimentos van a aportar a tu cuerpo todo lo que necesita para trabajar de forma "equilibrada". A su juicio, la alimentación es un factor importante para las patologías y también para obtener la felicidad.
Así, destaca los que a su juicio son los 10 mejores alimentos para la felicidad:
1.- Cacao puro y vainilla sin azúcares.
2.- Pan de calidad (harina integral que no sea de trigo + levadura + aceite + sal).
3.- Semillas.
4.- Frutos secos, por su proporción de micronutrientes, aminoácidos y grasas.
5.- Verduras, frutas y germinados.
6.- Alimentos con Omega 3: semillas de chía, lino y sus aceites, y pescado azul pequeño como sardinas, boquerones y anchoas.
7.- Huevos ecológicos.
8.- Carne de calidad.
9.- Aceite de oliva y aguacate.
10.- Agua. "No es un alimento pero es tan esencial que es como si lo fuera. Una deshidratación nos puede provocar cefaleas, bajadas de tensión y desconcentración", aclara la experta.
Asimismo, detalla los que, en su opinión, son los 10 alimentos más perjudiciales para la felicidad:
1.- Todo lo que contenga azúcares añadidos, como la bollería, los zumos, las bebidas con gas, las galletas, las magdalenas, el chocolate convencional, por ejemplo.
2.- Todo lo que contenga aceite de palma refinado o grasas trans.
3.- Cereales de desayuno o pasta y arroz refinados (no integrales).
4.- Alimentos procesados a los que se haya añadido fructosa, melaza, jarabe, jarabe de maíz, sorbitol, maltitol o xilitol.
5.- Bebidas con alcohol.
6.- Pizza convencional.
7.- Frankfurts.
8.- Hamburguesas de cadenas de comida rápida.
9.- Exceso de sal, en la mesa o en alimentos procesados.
10.- Alimentos o restaurantes que utilicen glutamato monosódico.