MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presbicia, cataratas o degeneración macular son los principales cambios que se producen en la vista al envejecer, según han comentado expertos de Sanitas Mayores, quienes han recordado que con el paso de los años los problemas de visión se vuelven cada vez más habituales y, si no son controlados a tiempo, pueden perjudicar notablemente la salud de las personas mayores.
Y es que, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), en colaboración con la Fundación Salud Visual, el 80 por ciento de la población mayor de 60 años padece problemas visuales y solamente el 20 por ciento mantiene actualizada la graduación de sus gafas.
"A partir de los 60 años la retina suele sufrir una pérdida del número de conos y bastones, que son los fotorreceptores encargados de captar la luz y comunicar esta señal al cerebro. También se daña el epitelio pigmentario de la retina, cuya función es alimentar y eliminar las sustancias de desecho para que los fotorreceptores funcionen correctamente, por lo que se produce una pérdida gradual de la agudeza visual. En último lugar, con el paso de la edad es probable que el tamaño de la pupila disminuya, aparezcan cataratas y los párpados estén más flácidos, lo cual ocasiona que se necesite un volumen de luz mucho mayor para realizar cualquier tarea", ha dicho el jefe de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, Emilio Dorronzoro.
Generalmente las alteraciones visuales relacionadas con la edad causan cierta incomodidad a medida que se van agravando. Por ello, es recomendable que el mayor sea asistido por un oftalmólogo para conseguir un diagnóstico exacto. En este sentido, gracias al servicio 'BluaU Senior' de Sanitas, no será necesario que en la primera consulta se desplace al centro médico, pues este seguro permite realizar consultas médicas con especialistas a través de videoconsultas, además de contar con un médico de Urgencias 'on line' 24 horas y un asesor de salud personal y seguimiento continuo.
