MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Existe un creciente interés en comprender si el ciclo menstrual puede afectar el rendimiento físico y cognitivo, y cómo lo hace, especialmente en el contexto del deporte y la actividad física. Si bien se suele asumir que las fluctuaciones hormonales afectan la cognición, especialmente durante la menstruación, la evidencia empírica no es concluyente.
Durante el ciclo menstrual, las mujeres tienden a reportar un peor rendimiento físico y cognitivo percibido en relación con fases específicas, particularmente durante la menstruación.
EL CICLO MENSTRUAL AFECTA AL CEREBRO FEMENINO
Las mujeres obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas durante la ovulación, pero el nivel de actividad física tuvo una mayor influencia en la función cerebral, según un nuevo estudio de investigadores de la University College de Londres (Reino Unido).
El estudio, publicado en 'Sports Medicine - Open', explora cómo las diferentes fases del ciclo menstrual y el nivel de actividad física afectaron el rendimiento en una variedad de pruebas cognitivas diseñadas para imitar los procesos mentales utilizados en los deportes de equipo y la vida cotidiana, como la sincronización precisa de los movimientos, la atención y el tiempo de reacción.
El equipo descubrió que las mujeres tenían los tiempos de reacción más rápidos y cometían menos errores el día de la ovulación, cuando los ovarios liberan un óvulo listo para ser fertilizado (y cuando la fertilidad de la mujer está en su punto máximo).
MENSTRUACIÓN Y FASE LÚTEA
Sin embargo, si bien el rendimiento cognitivo fluctuó a lo largo del ciclo menstrual, se observaron diferencias mucho mayores entre las participantes activas y las no activas. En comparación con las participantes activas, las participantes inactivas tuvieron tiempos de reacción, en promedio, unos 70 milisegundos más lentos y cometieron aproximadamente el triple de errores impulsivos, independientemente de la fase del ciclo.
Los investigadores afirman que los hallazgos son particularmente relevantes para el deporte femenino, donde unos tiempos de reacción ligeramente más rápidos, de unos 20 milisegundos, pueden marcar la diferencia entre sufrir o evitar una lesión como la conmoción cerebral. Investigaciones previas con atletas de élite han sugerido que las lesiones son más comunes en ciertos momentos del ciclo menstrual, y los autores afirman que estos cambios cognitivos podrían explicar parcialmente esta situación.
Sin embargo, aunque una diferencia de 20 milisegundos puede ser insignificante en la vida cotidiana, la diferencia mucho mayor entre los grupos activos e inactivos es más significativa: 70 milisegundos podrían determinar si recuperamos el equilibrio después de tropezar con un obstáculo o no.
La doctora Flaminia Ronca, autora principal del estudio, del Departamento de Cirugía y Ciencias Intervencionistas del UCL y del Instituto de Deporte, Ejercicio y Salud, puntualiza: "Esta es la primera vez que medimos directamente la ovulación en este contexto y descubrimos que el rendimiento cognitivo alcanzó su máximo rendimiento durante esta fase, con participantes que reaccionaron unos 30 milisegundos más rápido que en etapas posteriores del ciclo, durante la fase lútea media, antes del inicio de la menstruación. En el ámbito de la élite, esto podría marcar la diferencia entre sufrir una lesión grave en una colisión o no".
"Pero el hallazgo realmente interesante para mí es que la diferencia entre los que estaban activos e inactivos fue mucho mayor, alrededor de 70 milisegundos, que es tiempo suficiente para que el cerebro registre un estímulo e inicie una reacción voluntaria y, por lo tanto, es mucho más significativo para la vida cotidiana. Esto demuestra la importancia de incorporar algún tipo de actividad física recreativa a nuestras vidas. No tiene que ser tan intensa ni competitiva para marcar la diferencia y, fundamentalmente, es algo que podemos controlar".
La investigación incluyó a 54 mujeres de entre 18 y 40 años que menstruaban de forma natural (sin usar anticonceptivos hormonales) y que fueron categorizadas en cuatro grupos según su nivel de participación atlética: inactivas (informaron no participar en ninguna forma de ejercicio estructurado), recreativamente activas (participar en al menos dos horas de ejercicio estructurado a la semana), compitiendo en cualquier deporte a nivel de club y élite (compitiendo en cualquier deporte a nivel nacional o internacional) .
Los investigadores monitorearon a las participantes a lo largo de las cuatro fases clave del ciclo menstrual. Completaron un cuestionario de 10 partes para evaluar su estado de ánimo y realizaron dos pruebas cognitivas el primer día de la menstruación, dos días después del final de la menstruación (fase folicular tardía), el primer día en que se detectó la ovulación y entre la ovulación y la menstruación (fase lútea media).
Confirmando hallazgos previos de investigadores del UCL, el nuevo estudio mostró que los tiempos de reacción fueron más lentos durante la fase lútea media, probablemente debido al aumento de los niveles de la hormona sexual femenina progesterona, conocida por ralentizar el cerebro. Sin embargo, esto no provocó más errores, lo que sugiere que las velocidades de procesamiento más lentas observadas durante esta fase no necesariamente comprometen la precisión.
Se observaron más errores en la fase folicular tardía (justo después del final del período). Los investigadores afirman que aún se desconoce la causa.
CONCLUSIÓN: EL CEREBRO FEMENINO SE FORTALECE CON MOVIMIENTO
Las participantes informaron nuevamente menor energía y más síntomas durante la menstruación, pero estas experiencias subjetivas no se correlacionaron con el rendimiento real. El 55% de las participantes creían que sus síntomas durante la menstruación estaban afectando su rendimiento, pero los investigadores no encontraron evidencia de esto; de hecho, el tiempo de reacción también fue más rápido que durante la fase lútea media.
Evelyn Watson, autora del estudio del UCL Surgery and Interventional Science y el Instituto de Deporte, Ejercicio y Salud, destaca: "Es fantástico ver que, si bien las participantes asumieron que su rendimiento era menor durante la menstruación, los hallazgos no demuestran ningún detrimento cognitivo. De hecho, el rendimiento cognitivo alcanzó su punto máximo durante la ovulación. Este es un resultado positivo que esperamos pueda ayudar a desarrollar una nueva perspectiva sobre la salud y el rendimiento femenino".