MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Sanitas ha integrado de forma progresiva en su modelo asistencial el enfoque humanizado del parto, que integra la seguridad clínica con una atención más personalizada y respetuosa con la mujer, algo que mejora la vivencia emocional de la madre y aporta distintos beneficios clínicos.
"No se trata solo de reducir intervenciones, sino de crear un entorno donde la mujer se sienta acompañada, informada y protagonista de su propio proceso", según ha explicado la jefa de sección de Obstetricia en el Hospital Sanitas La Zarzuela (Madrid), Elisa Días de Terán.
El parto humanizado se asocia con una menor tasa de complicaciones, una recuperación más rápida y un inicio más eficaz de la lactancia materna. Además, los entornos tranquilos y respetuosos favorecen la producción de oxitocina, la hormona que regula el trabajo de parto, lo que contribuye a un desarrollo más fisiológico y seguro del proceso.
Desde Sanitas, han señalado que la evolución de sus centros hacia este modelo de parto humanizado se enmarca en un momento de crecimiento de la actividad obstétrica. Tan solo en 2024, los nacimientos aumentaron un 14 por ciento en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, y un 19 por ciento en el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Esta transformación se refleja tanto en la práctica asistencial como en el diseño de los espacios. Las salas de Unidad de Trabajo de Parto y Recuperación (UTPR) incorporan duchas individuales para permitir que todo el proceso se desarrolle en una misma habitación, sin traslados. Además, la integración de tecnologías como la monitorización fetal inalámbrica o la epidural deambulatoria fomentan la autonomía de la mujer.
A estos servicios se suman recursos que apoyan el parto activo, como pelotas o mobiliario ergonómico, y el fomento del contacto piel con piel desde el primer momento.
Aun así, los especialistas han precisado que el enfoque humanizado no finaliza con el parto, sino que también comprende el seguimiento posparto, incluyendo rehabilitación del suelo pélvico, terapias regenerativas y atención emocional. En el área neonatal, con unidades de cuidados intensivos (UCI) de nivel III, se permite un acompañamiento 24 horas con una sala de espera acondicionada para los padres, además de espacios adaptados al bienestar del bebé y su familia.
"Estamos en un momento muy positivo, en el que cada vez más centros incorporan el enfoque humanizado al parto. Esto implica revisar circuitos, mejorar la coordinación entre profesionales y garantizar que los entornos físicos favorezcan una experiencia de parto tranquila y segura. Es un proceso progresivo que requiere compromiso institucional y formación continua", ha añadido el jefe de sección de Obstetricia en el Hospital Sanitas La Moraleja, Carlos Calle.
Este modelo de atención, que pone el foco en la calidad del cuidado y la experiencia global del nacimiento, está respaldado por acreditaciones como la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) y la Joint Commission International (JCI), que reconocen el compromiso de Sanitas con una asistencia materno-infantil segura, respetuosa y centrada en las personas.