Vigilar la salud mental de nuestros mayores con la proximidad de la navidad

Archivo - Fámilia reunida en navidad.
Archivo - Fámilia reunida en navidad. - ALEX POTEMKIN / ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 14 diciembre 2021 8:29

   MADRID, 14 Dic. (EDIZIONES) -

   Es igual de importante cuidar de la salud física como de la mental, aunque la población todavía no lo tenga en cuenta. No solo importan las enfermedades físicas y su prevención. Cuando uno mira la frecuencia de problemas mentales, de diferente gravedad, ve que la posibilidad de padecer un trastorno mental a lo largo de la vida es de 1 de cada 4 personas.

   "Además, entre un 25-40% de personas que acuden a la Atención primaria tienen un problema de orden psíquico. Por tanto, los problemas mentales son de una frecuencia extraordinariamente alta por lo que hay que poner en marcha estrategias para curar pero también prevenir estos trastornos", advierte en una entrevista con Infosalus el expresidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría, el doctor Luis Agüera.

   En concreto, el también jefe de sección del Servicio de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre de Madrid recuerda que es frecuente entre las personas de edad avanzada enfermedades como al Alzheimer, la depresión, el insomnio, o los trastornos de ansiedad, relacionados en mayor o en menor medida con la enfermedad mental.

   "¿Por qué? Nunca existe una explicación simple pero la primera cuestión es que el cerebro, igual que el resto del cuerpo, sufre un envejecimiento que convierte a estas personas en más vulnerables desde el punto de vista biológico o físico. Es verdad que en las edades avanzadas se producen más pérdidas, de seres queridos, del trabajo, del estatus, por ejemplo, y que requieren de procesos de adaptación que muchas personas los hacen bien y sin problemas, mientras que otras no realizan esa adaptación de forma correcta", señala.

   Después, el también profesor asociado de Psiquiatría en la Universidad Complutense de Madrid hace referencia al componente social, ya que no siempre la sociedad apoya a las personas mayores y tiene en consideración sus necesidades. "Por lo que en general existe una mayor vulnerabilidad de las personas mayores con respecto a otras edades anteriores", reconoce el experto.

SEÑALES DE ADVERTENCIA

   En este punto, el doctor Agüera llama la atención sobre las señales de advertencia de que algo no está yendo bien en el campo de la salud mental de nuestros mayores. Aquí ve imprescindible desterrar una serie de tópicos que giran en torno a la salud mental de las personas de edad avanzada, ya que al considerarlos normales impiden la detección de los verdaderos trastornos.

   "Hay una serie de tópicos que desterrar como que por ser mayor uno debe estar triste y esto no es cierto, una persona mayor permanentemente triste es una persona enferma. Las personas mayores tienden a tener menos contactos sociales, pero si abandonan sus costumbres anteriores tampoco es normal", advierte el psiquiatra.

   A su juicio, también se debe tener en cuenta la velocidad con la que se instauran los cambios, como por ejemplo los pequeños problemas de memoria que van apareciendo a estas edades. "Sin son cambios bruscos y muy rápidos tampoco son normales", avisa el especialista.

   Otro mito en torno a la salud mental de las personas mayores es que es frecuente el cambio en el humor, en la forma de ser, en el proceso de envejecimiento. Por eso, el doctor insiste en que igual que se hacen campañas para detectar el cáncer de colon o para identificar determinados problemas de salud cree que es importante estar alerta respecto a los problemas de salud mental de las personas mayores.

   "Son muy frecuentes, se pueden detectar y, afortunadamente, los tratamientos son accesibles a las personas mayores. Antes no podían tomar antidepresivos por sus efectos secundarios, no los toleraban, pero esto ha cambiado. Para ello hay que detectarlo y no pensar el que una persona mayor es normal que tenga un episodio depresivo", remarca Agüera.

   Es más, destaca que los suicidios se dan en jóvenes, pero sobre todo la mayor cifra se concentra en las personas de edad avanzada. "Existen más intentos que acaban en muerte en mayores que en jóvenes y en la inmensa mayoría de los casos es porque hay detrás una depresión que no se ha detectado o que no se está tratando correctamente porque se piensa que es normal que el abuelo esté callado, triste y no se relacione, cuando no debe ser así", subraya el especialista.

EL PAPEL PROTECTOR DE LA FAMILIA

   Ahora que llega la Navidad, a muchos mayores les cuesta pasar las Navidades y se sienten más tristes o alicaídos que en otras épocas del año, al hacerse más evidente quienes no están (padres, hermanos, pareja, hijos...). No obstante, el jefe de sección del Servicio de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre advierte de que esto no siempre es así, depende de la persona, y fundamentalmente en muchas ocasiones esto es gracias a la familia, que ejerce un "papel protector muy importante".

   "Todo el mundo hace balance cuando termina el año y no es frecuente que haya un abandono de los mayores, y menos en Navidad. La sociedad española está en este sentido más cohesionada que otras sociedades del centro de Europa. Ahora bien, no en todas las ocasiones es lo que sería deseable", indica el doctor Agüera.

   En última instancia, el expresidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría resalta que una forma de ayudar a las personas de edad avanzada es no dejar que se automarginen, algo a lo que tienden con frecuencia, y porque no quieren ser un "estorbo" o una "carga".

   "A veces la persona mayor se autoexcluye y habría que animarles a que sigan manteniendo un papel activo en la estructura familiar. A lo mejor la abuela no podrá hacer la cena para 20 pero sí puede estar ayudando al resto de la familia en otro tipo de organización. Muchas personas mayores juegan un papel fundamental con los nietos y supliendo a los padres cuando trabajan o apoyándoles económicamente. Realmente no podemos decir que podamos prescindir del papel de los mayores en nuestra sociedad", sentencia.