MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los videojuegos ayudan a mantener la capacidad cognitiva de las personas mayores, según ha puesto de manifiesto una investigación realizada por investigadores de la UNED y publicada en 'Frontiers in Human Neuroscience'.
El objetivo del trabajo fue averiguar si existía una transferencia desde la intervención hacia las funciones cognitivas estudiadas, es decir querían ver si el entrenamiento con videojuegos repercutía o no en un mayor rendimiento de la memoria episódica y de la memoria de trabajo visoespacial, que afecta a la percepción y codificación de la información recibida de manera visual y espacial.
Para ello, analizaron a 40 personas mayores de un Centro de Mayores ubicado en la provincia de Madrid. La mitad de ellos recibió 15 sesiones de entrenamiento con distintos videojuegos de la plataforma 'Lumosity 'dirigidos a ejercitar la memoria.
La evaluación de las capacidades cognitivas de todos los participantes se realizó en tres ocasiones: antes y después del entrenamientos con videojuegos y, por último, al cabo de tres meses. Entre las tareas diseñadas para medir el funcionamiento de ambos tipos de memoria se incluían diversas pruebas como el test de cubos de Corsi, un test de retención de dígitos y tareas con puzzles, una herramienta muy útil para evaluar la capacidad visoespacial en mayores.
Además de mejorar su habilidad en los respectivos videojuegos, los participantes que recibieron el entrenamiento previo obtuvieron mejor puntuación que el resto en la mayoría de las tareas destinadas a evaluar las funciones cognitivas. Además, el chequeo realizado a los tres meses demostró que el mayor rendimiento alcanzado por este grupo aún persistía.
"El entrenamiento de personas mayores con videojuegos apropiados puede ser una manera efectiva de mejorar su memoria de trabajo visoespacial. El cerebro de las personas mayores aún conserva plasticidad, pero precisa sesiones periódicas de refuerzo para mantener estos beneficios", ha señalado la directora del Grupo de Estudios de Envejecimiento y Enfermedades Neurodegenerativas de la UNED y coautora de la publicación, Soledad Ballesteros.