MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Se sabe que el contacto con espacios verdes tiene efectos beneficiosos para la salud mental. Un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro respaldado por la Fundación "la Caixa", sugiere que también puede jugar un papel positivo contra el deterioro cognitivo en los ancianos.
En particular, esta investigación publicada en 'Environmental Health Perspectives' muestra que la pérdida en las funciones cognitivas esperadas como parte del proceso de envejecimiento es ligeramente más lenta en las personas que viven en vecindarios más verdes.
Los científicos realizaron un seguimiento de diez años de 6.500 personas de entre 45 a 68 años de la cohorte Whitehall II en Reino Unido. En tres momentos diferentes durante el curso del estudio, los participantes completaron una batería de pruebas cognitivas que evaluaron su razonamiento verbal y matemático, la fluidez verbal y la memoria a corto plazo, así como la disminución de estas funciones. Se estimó el espacio verde del vecindario de cada participante utilizando imágenes de satélite.
"Hay evidencia de que el riesgo de demencia y declive cognitivo puede verse afectado por la exposición a peligros ambientales relacionados con las ciudades (como la contaminación del aire y el ruido) y el estilo de vida (como el estrés y el sedentarismo). Por el contrario, se ha propuesto que vivir cerca de espacios verdes aumenta la actividad física y el apoyo social, reduce el estrés y mitiga la exposición a la contaminación atmosférica y el ruido. Evidencia reciente ha demostrado beneficios cognitivos de la exposición a espacios verdes en niños, pero todavía hay pocos estudios sobre las posibles relaciones de la exposición de los adultos mayores y con frecuencia tienen resultados inconsistentes", dice la primera autora del estudio, Carmen de Keijzer, investigadora de ISGlobal.
UN 5 POR CIENTO MENOS DE DISMINUCIÓN COGNITIVA
"Nuestros datos muestran que la disminución en la puntuación cognitiva después del seguimiento de diez años fue un 4,6 por ciento menor en los participantes que viven en barrios más ecológicos. Curiosamente, las asociaciones observadas fueron más fuertes entre las mujeres, lo que nos hace pensar que estas relaciones podrían modificarse por género", agrega Carmen de Keijzer.
"Se espera que la proporción de personas mayores de 60 años en el mundo casi se duplique entre 2015 y 2050, y se ha predicho que el número de casos de demencia crecerá a un ritmo similar a nivel mundial. Aunque las diferencias en el deterioro cognitivo observadas en nuestro estudio son modestas a nivel individual, se vuelven mucho más importantes si consideramos estos hallazgos a nivel de población", dice otro de los autores, Payam Dadvand, investigador de ISGlobal.
"Si se confirman estudios futuros, nuestros resultados pueden proporcionar una base de evidencia para implementar intervenciones dirigidas destinadas a desacelerar el declive cognitivo en adultos mayores que residen en áreas urbanas y mejorar así su calidad de vida", agrega.