MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha demostrado la eficacia de un índice para definir el tratamiento de la estenosis aórtica en pacientes de más de 80 años, y han visto que el implante de la válvula aórtica mediante un catéter (TAVI) podría usarse en la mayoría de pacientes en lugar de un tratamiento paliativo, que es el que reciben la mitad de estos pacientes.
En el estudio, que publica la revista 'International Journal of Cardiology' y en el que también han participado investigadores del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y las universidades Europea y Complutense de Madrid, pretendía identificar qué pacientes pueden recibir esta técnica, que consigue una supervivencia del 75 por ciento después de un año, frente al 25 por ciento de otras opciones más conservadoras, y también más utilizadas.
La patología valvular más frecuente es la estenosis aórtica severa, que afecta al 8,1 por ciento de los mayores de 85 años y se caracteriza por el estrechamiento anormal de la válvula aórtica. Esto puede derivar en fibrilación auricular, ictus, insuficiencia cardiaca o hipertensión pulmonar.
El tratamiento más utilizado actualmente es la terapia paliativa, que consiste en medicación para mejorar la calidad de vida, la cirugía mediante 'bypass' para el reemplazo de la válvula aórtica y el citado implante de la válvula aórtica mediante un catéter (TAVI).
"Ha existido mucha controversia en torno a la elección de la técnica más adecuada para este tipo de pacientes ancianos, dada la alta comorbilidad asociada a estas edades", según ha destacado Manuel Martínez-Sellés, presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC y autor del estudio.
En un estudio realizado hace unos años, Martínez-Sellés lideró un estudio que demostraba que más de la mitad de pacientes eran tratados con terapia paliativa a pesar de que podían beneficiarse del implante de válvula aórtica mediante catéter, a pesar de la desigual supervivencia conseguida.
En este caso, y a partir de este trabajo, han logrado definir el perfil del paciente que no es recomendable que reciba TAVI gracias al índice Charlson, que valora la presencia de enfermedades asociadas, según 19 ítems que incluyen diabetes, demencia, insuficiencia cardiaca o enfermedad cerebrovascular entre muchos otros.
PACIENTES CON ALTA COMORBILIDAD, ÚNICO PERFIL DESACONSEJADO
De esta forma, ha explicado este experto, puede identificarse al paciente con estenosis aórtica severa y alta comorbilidad que sería el único perfil que no podría recibir esta terapia por tener una esperanza de vida de únicamente un año y medio.
Esto supone que solo estaría desaconsejado en uno de cada seis pacientes con estenosis aórtica severa, "lo que deriva en que cinco de cada seis pacientes sí que puede recibir este tratamiento".
"La aplicación de este índice para la valoración de pacientes ancianos que deben recibir tratamiento para la estenosis aórtica severa mejorará el conocimiento del pronóstico de la enfermedad, lo que a su vez derivará en un aumento de la aplicación de la técnica, de la supervivencia y por lo tanto en una disminución de la discriminación que existe actualmente en el paciente anciano", concluye el doctor.