MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Ser más activo socialmente a los 50 y 60 años predice un menor riesgo de desarrollar demencia más adelante, encuentra un nuevo estudio longitudinal dirigido por el University College de Londres (UCL) y publicado en 'PLOS Medicine', que aporta la evidencia más sólida hasta la fecha de que el contacto social temprano en la vida podría desempeñar un papel importante para evitar la demencia posteriormente.
"La demencia es un importante desafío de salud global, ya que se espera que un millón de personas tengan demencia en el Reino Unido para 2021, pero también sabemos que uno de cada tres casos es potencialmente prevenible", dice el autor principal del estudio, el doctor Andrew Sommerlad del Departamente de Psiquiatría del UCL.
En este sentido, apunta que han descubierto que "el contacto social, en la mediana edad y en la vejez, parece reducir el riesgo de demencia. Este hallazgo podría contribuir a las estrategias para reducir el riesgo de desarrollar demencia de todos, agregando otra razón para promover comunidades conectadas y encontrar formas para reducir el aislamiento y la soledad", añade.
El equipo de investigación utilizó datos del estudio Whitehall II, rastreando a 10.228 participantes a quienes se les había preguntado en seis ocasiones entre 1985 y 2013 sobre su frecuencia de contacto social con amigos y familiares.
Los mismos participantes también completaron las pruebas cognitivas desde 1997 en adelante, y los investigadores consultaron los registros electrónicos de salud de los sujetos del estudio hasta 2017 para ver si alguna vez les diagnosticaron demencia.
Para el análisis, el equipo de investigación se centró en las relaciones entre el contacto social a los 50, 60 y 70 años, y la posterior incidencia de demencia, y si el contacto social estaba relacionado con el deterioro cognitivo, después de considerar otros factores como la educación, el empleo, el matrimonio y el estado socioeconómico.
Los investigadores encontraron que el aumento del contacto social a los 60 años se asocia con un riesgo significativamente menor de desarrollar demencia más adelante en la vida. El análisis mostró que alguien que veía amigos casi a diario a los 60 años tenía un 12 por ciento menos de probabilidades de desarrollar demencia que alguien que solo veía uno o dos amigos cada pocos meses.
Encontraron asociaciones igualmente fuertes entre el contacto social a las edades de 50 y 70 y la demencia posterior. Si bien esas asociaciones no alcanzaron significación estadística, los investigadores dicen que el contacto social a cualquier edad puede tener un impacto similar en la reducción del riesgo de demencia.
Estudios anteriores han encontrado un vínculo entre el contacto social y el riesgo de demencia, pero no tuvieron tiempos de seguimiento tan largos, por lo que no pudieron descartar la posibilidad de que los comienzos del deterioro cognitivo pudieran haber causado que las personas vieran a menos personas, más bien al contrario.
El largo seguimiento en el presente estudio fortalece la evidencia de que el compromiso social podría proteger a las personas de la demencia a largo plazo.
Los investigadores dicen que hay algunas explicaciones sobre cómo el contacto social podría reducir el riesgo de demencia. "Las personas que participan socialmente están ejerciendo habilidades cognitivas, como la memoria y el lenguaje, lo que puede ayudarles a desarrollar una reserva cognitiva. Si bien no puede evitar que sus cerebros cambien, la reserva cognitiva podría ayudar a las personas a enfrentar mejor los efectos de la edad y retrasar cualquier síntomas de demencia", dice el autor principal, el profesor Gill Livingston (UCL Psychiatry).
"Pasar más tiempo con amigos también podría ser bueno para el bienestar mental, y puede correlacionarse con la actividad física, lo que también puede reducir el riesgo de desarrollar demencia", agrega el profesor Livingston, quien previamente dirigió un importante estudio internacional que describe los factores del ciclo vital que afectan el riesgo de demencia.