MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha alertado de que las mujeres mayores sufren una doble discriminación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) por edadismo y género.
Según semFYC, el edadismo específicamente contra mujeres tiene un impacto negativo en la longevidad, la calidad de vida, las relaciones sociales y los hábitos de salud. "Se vincula con una dieta menos saludable, menor cumplimiento de tratamientos, consumo de alcohol y tabaco, depresión, deterioro cognitivo y funcional, mayor incidencia de enfermedades crónicas y más hospitalizaciones", apunta la Sociedad.
Además, señala que las mujeres mayores presentan peor salud mental, menor adherencia terapéutica y un mayor aislamiento social. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), internalizar estereotipos negativos sobre la edad se asocia con una reducción de la supervivencia de hasta 7,5 años menos.
Así se ha puesto de manifiesto en el Congreso de la semFYC, que estos días se ha celebrado en Madrid. Según los especialistas, en la práctica clínica, esta doble discriminación - por edad y por género - se traduce en la escasa representación de mujeres mayores en estudios poblacionales, en la falta de adaptación de actividades comunitarias a sus necesidades, en actitudes paternalistas o en expresiones como "ya es normal a su edad". También en situaciones en las que se habla al acompañante en lugar de dirigirse directamente a la paciente.
A nivel organizativo, denuncian que el sistema tampoco está preparado para responder adecuadamente a este colectivo. "Las agendas impiden dedicar el tiempo suficiente para asegurar entendimiento y avanzar en el paradigma de decisiones compartidas; hay criterios que excluyen por edad cronológica, materiales no adaptados o la realidad de canales digitales sin alternativas", explica Samar Hassan Querol, vocal de residentes de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFyC) y una de las ponentes del debate 'El A-B-C en edadismo contra la mujer'.
"La edad y el género son determinantes transversales que influyen en todos los demás", señala Mercedes Hernández Gómez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y moderadora de la mesa. "A partir de cierta edad, ser mujer suma puntos para tener más enfermedades, más pobreza, más soledad y menos reconocimiento social".
Por su parte, Paula Rubio García, del grupo de trabajo de Inequidades en Salud de la semFYC, subraya la importancia de una mirada interseccional: "Los ejes de desigualdad se entrecruzan generando diferencias injustas. En el caso del edadismo, afecta especialmente a la mujer, situándola en el lado de la opresión estructural".
CLAVES PARA UNA ATENCIÓN LIBRE DE EDADISMO
Desde semFYC señalan que los profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria tienen un papel clave en el cambio cultural y asistencial. Por ello, proponen mejorar la formación, la comunicación clínica, la organización y la participación.
"Cada palabra es un acto clínico. Nombrar a la persona, preguntarle primero a ella, medir lo que importa -la comprensión y las decisiones compartidas- es la base de una consulta libre de prejuicios", indica Hassan.
Desde la semFYC, los grupos de trabajo involucrados insisten en que la Medicina de Familia y Comunitaria debe liderar una atención centrada en las personas diversas, plurales y longevas, donde la edad no limite los derechos ni las oportunidades de salud.