L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 14 (EUROPA PRESS)
Una investigación llevada a cabo por los profesionales sanitarios del CAP Pubilla Casas de L'Hospitalet de Llobregat ha determinado que el riesgo de depresión en ancianos aumenta entre aquellas personas que han sufrido un cáncer, las que son hipertensas, las que tienen déficit nutricional o ansiedad y las que están faltas de actividades de ocio.
El estudio, que ha contado con la colaboración del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol, identifica nuevas variables asociadas al riesgo de depresión entre las personas mayores de 75 años.
Se trata de un colectivo en el que hay dificultades para diagnosticar la enfermedad, a causa de las patologías crónicas y otros problemas que se producen de forma simultánea, según ha detallado la Dirección de Atención Primaria Costa de Ponent.
Uno de los responsables del estudio, Eduardo Kronfly, ha explicado que "los síntomas afectivos pueden pasar desapercibidos o ser atribuidos al proceso natural el envejecimiento".
Además de las variables médicas, nutricionales y sociales, el estudio identifica otro grupo de riesgos asociados a la depresión, aunque menores, como son el déficit visual, la polifarmacia, la alteración de la movilidad y las limitaciones de las actividades básicas diarias del área funcional.
El proyecto se ha realizado a partir de entrevistas a un total de 290 personas mayores de 75 años atendidas en el CAP Pubilla Casas, con una prevalencia del riesgo de depresión del 37,2%.
MAYOR PREVALENCIA EN MUJERES
El proyecto también ha confirmado la asociación con otros riesgos ya conocidos como la viudedad, los trastornos cognitivos y la reducción de la actividad física y del contacto social, así como la mayor prevalencia entre las mujeres que entre los hombres.
Los autores del estudio recomiendan la incorporación de los nuevos factores de riesgo a los estudios sobre la depresión entre los ancianos que se lleven a cabo a partir de ahora.