MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en la jornada 'PostACR', organizada en Madrid por la Cátedra de Evaluación de Resultados en Salud de la Universidad Rey Juan Carlos y que ha contado con el patrocinio de la compañía biofarmacéutica AbbiVe, han destacado la necesidad de acortar los tiempos desde el inicio de los síntomas de la artritis reumatoide hasta que comienza el tratamiento.
"Nos encontramos ante el reto de mejorar el pronóstico del paciente reumático lo máximo posible. En los últimos años se ha demostrado que el retraso diagnóstico es uno de los factores más importantes en el pronóstico y tratamiento de este tipo de patologías. Cuanto antes diagnostiquemos la enfermedad, menor será la evolución de la misma, antes podremos fijar un tratamiento y más opciones de mejora tendrá el paciente", ha comentado el médico adjunto de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y coordinador del encuentro, Víctor Martínez Taboada.
Y es que, tal y como han recordado, el diagnóstico precoz, la derivación temprana al reumatólogo y la implicación del paciente en la toma de decisiones conforman tres puntos clave en la evolución de la patología, fundamentales para establecer un tratamiento temprano y por lo tanto un mejor pronóstico.
LOS 'CUELLOS DE BOTELLA' RETRASAN EL DIAGNÓSTICO
"Para que pueda hacerse efectivo un diagnóstico precoz hay que tener en cuenta una serie de factores, desde no retrasar la visita al médico en cuánto se notan los primeros síntomas, hasta su derivación temprana al especialista. En este punto los programas de intervención temprana cobran especial relevancia, ya que ayudan a eliminar los 'cuellos de botella' que retrasan el diagnóstico. Esta forma de abordar la patología permite fijar una estrategia terapéutica temprana, siempre consensuada con el paciente", ha señalado Martínez Taboada.
Asimismo, durante el encuentro se ha puesto de manifiesto la necesidad del abordaje multidisciplinar de las enfermedades reumáticas. Por ejemplo, en el caso de las espondiloartritis, los expertos han destacado la importancia de valorar la existencia de manifestaciones extraarticulares (uveítis, psoriasis o enfermedad inflamatoria intestinal), asegurando que requieren el consenso y coordinación de diversos especialistas a la hora de establecer la estrategia terapéutica y el control del paciente.
Este tipo de patologías obligan al especialista a una actualización permanente, siendo el intercambio de información y la actualización de contenidos entre ellos un aspecto clave a la hora de mejorar el abordaje de los pacientes.