¿Se puede medir y controlar la velocidad a la que se envejece?

Monica de la Fuente
RADE
Actualizado: martes, 5 mayo 2015 14:59

MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -

La velocidad a la que cada persona envejece se puede medir y controlar y, a diferencia de la edad cronológica, que avanza inexorablemente con el paso del tiempo, la edad biológica se puede, incluso, llevarla hacia atrás, hacerla más joven, según ha asegurado la doctora y miembro de la Real Academia de Doctores de España (RADE), Mónica de la Fuente, durante la sesión '¿Se puede medir y controlar la velocidad a la que se envejece?'.

En concreto, la experta ha asegurado que se puede modificar esa velocidad de envejecimiento con estilos de vida saludables, los cuales, tal y como ha señalado, son "más determinantes" que los genes que tenga cada individuo. "Podemos conseguir una longevidad saludable si evitamos los hábitos nocivos y mantenemos una dieta adecuada, una apropiada actividad física y mental y, especialmente, una actitud positiva ante la vida y unas buenas relaciones sociales", ha apostillado.

Dicho esto, ha insistido en que la herencia genética contribuye en un 25 por ciento a condicionar la salud, mientras que el 75 por ciento restante depende del medio ambiente y del estilo de vida. De hecho, la experta, junto a su equipo, ha analizado el sistema inmunitario atendiendo al hecho de que este sistema homeostático se encuentra en íntima comunicación con los otros sistemas reguladores: el nervioso y el endocrino.

Los tres constituyen el sistema denominado psiconeuroinmunoendocrino que es el que permite mantener la salud. Así, estudiando los cambios de una serie de parámetros funcionales de las células inmunitarias, obtenidas de una muestra de sangre de personas de diferentes edades y, en paralelo, en las obtenidas del peritoneo de ratones a lo largo de su envejecimiento, los investigadores han encontrado y validado una serie de parámetros que permiten determinar la velocidad de envejecimiento de cada sujeto.

IMPORTANCIA DE LAS FUNCIONES INMUNOLÓGICAS

En concreto, han comprobado que un individuo adulto que tiene parámetros inmunológicos con valores propios de uno más viejo, va a morir antes de lo esperado por su edad cronológica. Por el contrario, las personas que alcanzan una gran longevidad tienen sus funciones inmunitarias similares a las que muestran las personas adultas. También, se ha evidenciado que las centenarias analizadas tenían las funciones inmunológicas con valores similares a los de las personas de 30 años.

Por tanto, la investigación ha mostrado la importancia de conocer el ritmo al que envejece cada organismo para, si es muy acelerado, poner remedio. Asimismo, y sobre la base de la teoría más aceptada para explicar cómo se produce el envejecimiento, la de los radicales libres de oxígeno y la oxidación, y como resultado de las investigaciones realizadas, la doctora De la Fuente y su equipo han desarrollado una nueva teoría del envejecimiento conocida como de 'la oxidación-inflamación', que sitúa el sistema inmunitario como un "importante controlador" de la velocidad de envejecimiento de cada individuo.

En este sentido, han comprobado que, cuanto más estrés oxidativo tienen las células inmunitarias de un sujeto, peor funcionan y el individuo vive menos. Por el contrario, los centenarios tienen unas células inmunitarias con un "buen" equilibrio y funcionamiento de oxidantes/antioxidantes.

Los estudios desarrollados en ratones y en humanos han confirmado que hay estrategias que permiten restablecer ese equilibrio, con lo que el sistema inmunitario funciona mejor, se rejuvenece y se tiene mejor salud. Entre estas estrategias se han analizado las dietas que aportan cantidades apropiadas de antioxidantes, incluidos los suplementos de antioxidantes y los probióticos, el ejercicio físico moderado, la actividad mental, y el control del estrés emocional, así como el de las situaciones de tristeza, depresión o ansiedad.

Además, se ha comprobado científicamente que la risa es muy positiva para mejorar las funciones inmunitarias, así como todo lo que influye en generar un estado emocional agradable. "Todo lo que sea emocionalidad positiva ayuda. Unos estudios que estamos terminando indican que las relaciones sociales y el ambiente social pueden hacer que individuos envejecidos y enfermos, rejuvenezcan y tengan mejor salud. Habría que intentar por todos los medios generar situaciones en las que todos estemos motivados, y debería educarse en la idea de que debemos ser lo más felices posible", ha zanjado la experta.