MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud del Real Colegio de Cirujanos de Irlanda (RCSI) sobre la medicación administrada por el médico de cabecera a las personas mayores ha permitido reducir el número de medicamentos prescritos.
Cada vez es mayor el número de personas mayores que viven con múltiples afecciones médicas, lo que se conoce como multimorbilidad, a las que se les prescriben varios medicamentos. Esto supone un reto importante para el sistema sanitario en general en términos de costes, así como para la persona (y sus cuidadores) a la hora de hacer frente a la toma de tantos medicamentos, y para los médicos que deciden qué se debe tomar.
La investigación, publicada en la revista 'PLOS Medicine', consistió en un ensayo controlado aleatorio en el que participaron 51 consultas de medicina general y 404 pacientes de toda Irlanda. Se invitó a los pacientes de edad avanzada con multimorbilidad que tomaban al menos 15 medicamentos de forma regular a asistir a una revisión de la medicación con su médico de cabecera.
La revisión incluía el examen de su prescripción en busca de combinaciones de medicamentos potencialmente inapropiadas, la consideración de oportunidades para dejar de tomar medicamentos y la evaluación de las prioridades de tratamiento del paciente. A continuación, se evaluó si esta revisión de la medicación llevada a cabo una sola vez por el médico de cabecera reducía el número de medicamentos y mejoraba la calidad de la prescripción.
Se produjo una reducción significativa del número de medicamentos en el grupo de intervención en comparación con el grupo de control, con más de 800 medicamentos suspendidos en 208 pacientes de la intervención. De los más de 800 medicamentos suspendidos, se notificaron 15 posibles efectos adversos, casi todos ellos reacciones leves que cesaron una vez reintroducido el medicamento, lo que indica que la suspensión de ciertos medicamentos en personas mayores es generalmente segura.
También se evaluó la calidad de la prescripción, utilizando una lista de control de combinaciones de medicamentos potencialmente inapropiadas. Aunque no hubo mejoras significativas en la calidad de la prescripción en el grupo de intervención en comparación con el grupo de control, en general hubo mejoras en ambos grupos durante el periodo de estudio.
"Es posible que la identificación de este grupo de riesgo al que se le prescriben al menos 15 medicamentos haya conducido por sí misma a mejoras en la prescripción. Para los médicos de cabecera, con tiempo y recursos limitados, puede resultar desalentador gestionar activamente estas prescripciones, y los pacientes también pueden mostrarse reticentes al cambio, sobre todo si llevan mucho tiempo tomando un medicamento", explica una de las líderes de la investigación, Caroline McCarthy.