MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro para la Adicción y la Salud Mental (CAMH, por sus siglas en inglés), en Canadá, descubrieron cambios cerebrales relacionados con la pérdida de memoria en personas con la enfermedad de Alzheimer. El hallazgo proporciona un nuevo enfoque para explorar formas de tratar o prevenir la demencia, que actualmente afecta a más de 560.000 canadienses.
El estudio muestra que la capacidad del cerebro para adaptarse o cambiar, llamada plasticidad cerebral, es significativamente menor en personas con enfermedad de Alzheimer temprana que en individuos sanos de la misma edad. La investigación se centró en la plasticidad en los lóbulos frontales, la región del cerebro involucrada en actividades de pensamiento elevado, como la planificación y la memoria de trabajo.
La memoria de trabajo es el tipo de memoria utilizada para almacenar y manipular información para completar tareas en un periodo de tiempo corto, como hacer cálculos mentales. Los hallazgos, publicados este miércoles en 'JAMA Psychiatry', también revelan que las personas con plasticidad reducida en los lóbulos frontales experimentaron peor memoria de trabajo.
"Lo que es emocionante es que demostramos claramente alteraciones en la plasticidad cerebral en los lóbulos frontales en personas con enfermedad de Alzheimer temprana, y descubrimos que el deterioro de la plasticidad cerebral se relaciona con deterioro de la función de los lóbulos frontales, específicamente la memoria operativa", dice el autor principal del estudio, Tarek Rajji, jefe de la División de Neurodesarrollo de Adultos y Psiquiatría Geriátrica en CAMH. "Esto puede indicar que las deficiencias en la plasticidad cerebral subyacen a las deficiencias en la memoria", añade.
Los hallazgos son prometedores porque "la plasticidad cerebral alterada puede ser un objetivo futuro para el tratamiento o la prevención de la demencia, para la cual no existen grandes tratamientos en la actualidad", dice otro de los investigadores de este trabajo, Sanjeev Kumar, jefe médico del Servicio de Salud Mental de Pacientes Geriátricos. Kumar y Rajji son científicos clínicos en el Instituto Campbell de Investigación de Salud Mental Familiar de CAMH.
LOS LÓBULOS FRONTALES, CLAVES PARA LA "RESERVA COGNITIVA"
La plasticidad saludable en los lóbulos frontales es importante porque los científicos creen que esta región cerebral respalda la "reserva cognitiva" del cerebro, o protección, que compensa el peor funcionamiento en otras áreas del cerebro que pueden contribuir al desarrollo de la demencia. "Se ha demostrado que las personas con una reserva mayor desarrollan demencia más adelante en la vida que aquellas con una reserva menor", explica Kumar.
El equipo de investigación utilizó un enfoque innovador, desarrollado por Rajji y sus colegas en investigaciones anteriores, para estudiar la plasticidad cerebral en los lóbulos frontales. En el enfoque desarrollado por CAMH, los autores usaron la electroencefalografía del cuero cabelludo (EEG), que mide la producción eléctrica generada directamente por los lóbulos frontales en respuesta a la estimulación cerebral en dos puntos, conocida como estimulación asociativa pareada (PAS, por sus siglas en inglés).
El participante usa un casquillo de 64 nodos que transmite la señal de EEG, y los investigadores miden la señal de EEG de una persona antes y después de la estimulación. Los cambios en esta señal son un indicador de plasticidad cerebral en los lóbulos frontales. El estudio incluyó a 32 personas con enfermedad de Alzheimer y 16 individuos sanos, de 65 años o más.
"Tanto en individuos sanos como en personas con enfermedad de Alzheimer temprana, pudimos determinar una respuesta de plasticidad de los lóbulos frontales, lo cual es positivo porque muestra que los circuitos cerebrales aún funcionan en personas con enfermedad de Alzheimer temprana --detalla Kumar--. Pero la plasticidad fue significativamente menor en personas con la enfermedad de Alzheimer".
Antes de la estimulación asociada pareada del estudio, cada participante completó una prueba de memoria para evaluar la capacidad de recordar secuencias de letras alfabéticas. Las personas con plasticidad deteriorada también tenían una menor capacidad de recuperación.