MADRID, 19 Ago. (EDIZIONES) -
Disfrutar del aire libre y realizar actividad física moderada son dos recomendaciones para que los mayores se mantengan activos y saludables. Pero en ocasiones las condiciones físicas de los ancianos o la presencia de enfermedades como la demencia pueden constituir riesgos a la hora de salir a la calle.
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el doctor José Augusto García Navarro, apunta en una entrevista con Infosalus a las caídas y la desorientación como los riesgos principales a los que se enfrentan los mayores al salir a la calle.
El experto matiza que esto "realmente sólo sucede en un porcentaje muy pequeño de la población anciana y, sobre todo, incide en aquellos ancianos con un alto grado de fragilidad y en los que tienen problemas de orientación por causa de una enfermedad ya establecida, como la demencia".
Fragilidad o demencia no son los únicos factores que pueden influir en los posibles peligros de la calle para los ancianos. El conjunto de ellos son "consecuencia de procesos multifactoriales, complejos e interrelacionados entre sí", explica el doctor García, que destaca, entre ellos, diversas patologías o enfermedades.
En primer lugar, el presidente de la SEGG enumera alteración de la marcha, movilidad y el equilibrio, además de alteraciones visuales, auditivas y vestibulares. Por otra parte, a la desorientación se unen cuadros confusionales y agitación y, por el deterioro cognitivo, pueden encontrarse "alteración de la percepción, comprensión y orientación espacio-temporal, con tendencia al paso errático y sin rumbo", agrega el doctor García. Por último, es necesario considerar los problemas neurológicos, como la "disminución del reflejo de enderezamiento y del aumento del tiempo de reacción, además de la lentitud en los reflejos", según el experto.
Pero "en un número elevado de casos las caídas son evitables y se pueden prevenir. La prevención de las caídas se basa en identificar las causas y los factores de riesgo y actuar sobre ellos, disminuyéndolos o eliminándolos en la medida de lo posible", recuerda el doctor García, que agrega que si el anciano tiene demencia es cuando debe salir acompañado.
En este contexto, el experto proporciona otras pautas para que los mayores mantengan su seguridad en la calle y espacios públicos. En general, hay que "realizar un buen seguimiento del estado de salud y el control de la medicación de la persona", subraya el presidente de la SEGG, que valora como "importante" que los acompañantes "no vayan con prisas y que presten atención a lo que hacen los ancianos".
Asimismo, el doctor García recomienda "evitar suelos irregulares, deslizantes y resbaladizos, con desniveles y desperfectos y eliminar obstáculos y aquellos elementos que puedan entorpecer la marcha, sobre todo en zonas de paso".
El calzado que utilice la persona en cuestión también tiene importancia. Según el experto, que recomienda evitar zapatillas abiertas por detrás y calzado demasiado flojo, deben ser "zapatos cómodos que sujeten bien el pie". También hay que "proveer un buen apoyo y amortiguación del talón, por lo que deben ser firmes", agrega el presidente de la SEGG. Por último, recomienda suelas antideslizantes.
Otro punto a tener en cuenta son los dispositivos de ayuda, como bastones y andadores, de los que el doctor García sugiere su ayuda porque aumentan "la base de sustentación y apoyo". Los dispositivos visuales y auditivos, entre los que se encuentran gafas y audífonos, también tienen que considerarse y, en caso de que ya se usen, revisar que se encuentran en buen estado. En cuanto a las sillas de ruedas, el doctor García advierte que hay que dejarlas frenadas.
¿Y EN CASA?
En el hogar también pueden llevarse a cabo ciertas acciones para garantizar la seguridad de los ancianos. Para empezar, "el suelo debe mantenerse seco, hay que evitar que se puedan caer porque el suelo esté mojado", alerta el experto.
El resto de consejos se concretan en la iluminación y en el baño. El presidente de la SEGG incide en que la iluminación ha de ser "buena en general" y sugiere "tener interruptores cerca de las puertas y de la cama, que estén accesibles". Además, la instalación de luces nocturnas también puede ser útil. "Son pequeños pilotos que se encienden durante la noche y ayudan a deambular en la oscuridad", especifica el experto.
En el baño son vitales "las barras de sujeción, tanto en el retrete como en la ducha", según el doctor García. Ayudan a "incorporarse, agarrarse, levantarse y/o movilizarse", asegura el experto, que concluye que "también resultan de gran ayuda los asientos o sillas en la ducha".